Cuando una enfermedad tan dramática como el cáncer se cruza en la vida de una persona, hay varias opciones: rendirse y asumir la situación como incambiable, o luchar contra la enfermedad y agarrarse firmemente a la fe y a los que la rodean.
Un cáncer...
Esto último fue lo que hizo María Esposito. Cuando estaba a punto de tirar la toalla, su vida cambió radicalmente. Fue un caluroso mes de julio de
2005 cuando, en una revisión cotidiana en el médico, le comunicaron que sufría cáncer, exactamente, un linfoma de Burkitt. Se trata de unas células cancerígenas que se desarrollan en el sistema linfático del cuerpo, asociado principalmente a linfocitos.
Embarazada de su segundo hijo
Además estaba embarazada de su segundo hijo. La noticia, aunque fue como un jarro de agua fría tanto para ella como para su marido, no impidió que sacaran todas sus fuerzas para salir adelante.
Comenzó un tratamiento de quimioterapia que, en el sexto ciclo, la dejó con 42 kilos de peso. Sus fuerzas eran mínimas y su ánimo más escaso todavía si cabe. Fue entonces cuando su familia empezó a rezar a Juan Pablo II y a pedir por la pronta recuperación de MarÍa.
El marido de María, Umberto di Maio, cuenta a la agencia Ap que una noche, mientras dormía, el Papa polaco se le apareció en sueños y le dijo que estaban rezando a la persona equivocada, que a quien tenían que recurrir para que María se curara era a Pío XII.
Comienza el milagro
Al principio, Umberto fue incapaz de identificar a Pío XII según la descripción que le había dado Juan Pablo II. Pero, una semana más tarde de la aparición, en una revista católica, Di Maio reconoció al Papa en una fotografía. Tim pronto como vio la foto, él y su familia se pusieron a pedirle incansablemente que María se curara.
Unas semanas después, María fue a una revisión a un oncólogo. Cuando el médico vio las pruebas comprobó que María se habÍa curado. "Estoy segura de que la mano de Dios ha estado ahí, gracias a la intercesión del Papa Pío XII", comentó María.
Habla el postulador de la Causa
Una semana después del milagro, Maria y su marido viajaron a Roma a la inauguración de una plaza dedicada a Pío XII por haber defendido a Roma de los nazis. El sacerdote Peter Gumpel ha estudiado el caso como postulador de la Causa de Beatificación de Pío XII, y ha argumentado que "estamos en las etapas preliminares de la investigación, y ni siquiera estamos seguros de si seguirá adelante", dijo el historiador jesuita.
Un proceso con baches
Aunque Benedicto XVI confirmó en diciembre de 2009 que Pío XII vivió una vida de héroe, su proceso de beatificación, iniciado en 1965, ha tenido que sortear numerosos obstáculos y profundas divisiones teológicas, hostóricas y política pues los judíos cuestionan su actitud frente a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial