Del 6 al 8 de febrero de 2012 la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma ha convocado un evento sin precedentes en el que unos doscientos relatores afrontarán los casos de abusos sexuales por parte de clérigos con el lema Hacia la curación y la renovación.
“La cuestión de los abusos de menores por parte de clérigos ha tenido un importante impacto en las comunidades de todo el mundo”, explicó el padre Francois Xavier Dumortier S.I., rector de la Universidad, al presentar el 18 de junio este encuentro internacional.
Los doscientos relatores de diferentes continentes analizarán los aspectos pastorales, jurídicos y psicológicos de los abusos, en el ámbito de ese proceso en el que Benedicto XVI ha comprometido a la Iglesia y que para mayo de 2012 tendrá que llevar a todas las conferencias episcopales a redactar líneas de acción contra la pederastia.
“El deseo consiste en dar voz a aquellos que se han distinguido en el propio país por un cierto liderazgo creativo”, aclara el padre Hans Zollner, vicerrector académico de la Gregoriana, presidente del comité de planificación del simposio.
Entre los académicos y expertos que participarán en la iniciativa, destaca el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la institución vaticana que juzga estos casos; la baronesa Sheila Hollins, profesora de Psiquiatría en la Universidad San Jorge de Londres y miembro independiente de la Cámara de los Lores, quien ha acompañado al cardenal Cormack Murphy O’Connor en la visita apostólica ordenada por el papa a la Iglesia en Irlanda; monseñor Steve Rosetti, profesor de Estudios Pastorales en Washington, quien en el Saint Luke Institute ha creado un programa de tratamiento residencial para el clero y los religiosos de los Estados Unidos; así como el padre Edenio Valle, creador de una experiencia similar en Sao Paulo (Brasil).
El título del encuentro, Hacia la curación y la renovación, recuerda la carta que envió Benedicto XVI a los católicos irlandeses en marzo de 2010, en la que denuncia los abusos contra los menores, definiéndolos como “actos pecaminosos y criminales”, critica la débil respuesta de la Iglesia, e invoca un “camino de curación, renovación y reparación”.
Educación a distancia
El seminario servirá, además, para presentar un centro de educación a distancia (E-Center), en el que durante al menos tres años confluirán datos, experiencias, resultados, y programas para luchar contra los abusos sexuales del clero.
“El E-Center", explica monseñor Klaus Peter Franzl, encargado de finanzas de la archidiódesis de Múnich, una de las instituciones que financian el proyecto, "será una web en varios idiomas que ofrecerá información a los dirigentes de la Iglesia sobre la lucha contra los abusos”.
El Centro contará con los recursos recogidos por la Universidad de Ulm, en Alemania, a través de su Center for Child and Adolescent Psychiatry and Psychotherapy, coordinado por los profesores Jörg Fegert y por Hubert Liebhardt.
“En segundo lugar", sigue diciendo Franzl, "trabajaremos muy de cerca con las Escuelas de Medicina de otras universidades”.
Por último, la Gregoriana ofrecerá una especie de “control teológico” de los recursos a la luz de las exigencias pastorales y culturales de la comunidad católica y de la sociedad.
En los próximos meses, la misma universidad delineará mejor las tareas del comité consultivo y seleccionará al director del naciente E-Center.
El proyecto es “ambicioso”, concluye Franzl: "Junto a estas instituciones trataremos de responder al problema de la pedofilia de la manera más competente y profesional posible".
Una etapa de un proceso
De hecho, el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede y consultor del Comité del simposio, intervino en la rueda de prensa para recordar que “el proceso de defensa de las víctimas, de prevención y purificación no sólo se lleva adelante con el ejemplo del Papa y con las normas canónicas; el simposio no es un encuentro de tres días entre expertos, sino una etapa en el largo proceso de la Iglesia” para afrontar y acabar con los abusos.
Por parte de la Iglesia es necesario “asistir a la víctima”, explicó en la rueda de prensa el “fiscal” de la Iglesia para las denuncias de abusos sexuales, monseñor Charles Scicluna, promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Por ello, “es necesario educar a la comunidad eclesial, comenzando por el clero, de manera que la contribución de iniciativas como ésta de la Gregoriana se conviertan en parte integrante de la prevención”.
Asimismo, aclaró, hace falta “una educación de la base, es decir, de las familias y de los mismos menores de edad, proporcionada y adecuada a la edad del niño, que ayude a crear un ambiente en el que será más fácil reconocer y prevenir ese pecado, que es también un delito canónico y un crimen en el ámbito civil”.