La diplomacia de la Santa Sede con el Papa Francisco. Este es el tema sobre el que disertó el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin durante la gala que celebró el periódico Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana.
Respondiendo a las preguntas del director de Avvenire, Marco Tarquinio, el purpurado recordó que "los objetivos de la diplomacia de la Santa Sede se sintetizan en la búsqueda y promoción de la paz".
Tres claves de la diplomacia de la Iglesia actual
Según recoge Vatican News, Parolin subrayó que "el Papa Francisco es parte de la diplomacia de la Iglesia con tres características particulares". En primer lugar -explicó- el Pontífice "nos invita a no considerar los problemas en abstracto, sino en concreto, teniendo siempre delante de nosotros los rostros de las personas: niños, ancianos, marginados, víctimas de la violencia”.
La segunda característica, añadió el Secretario de Estado, es la vinculada a las periferias. "Antes había una visión predominantemente eurocéntrica, el Papa intenta introducir una perspectiva diferente. Son las periferias las que ayudan al centro a comprender la realidad del mundo de hoy".
"La tercera característica -explicó el purpurado- es la de la proactividad: no limitarse a reaccionar ante las crisis, sino tratar de prevenirlas y estar presentes, teniendo en cuenta los modestos medios de que disponemos".
Afrontar los problemas con serenidad
El director de Avvenire preguntó al cardenal cuáles fueron los mejores momentos y cuáles los más críticos junto al Papa. El secretario del Estado Vaticano respondió subrayando que "no han sido años tranquilos".
"Pienso en las tensiones relacionadas con el impulso reformista alentado por el Pontífice o las críticas suscitadas por el acuerdo con China. En este contexto lo que siempre me ha impresionado es la actitud de serenidad del Papa Francisco. El Papa puede estar preocupado por los problemas, pero entonces siempre los afronta con gran paz interior".
"Me impresiona -añadió el Cardenal Parolin- su insistencia en la alegría de que me atrevería a definir casi una figura de su pontificado y que, evidentemente, también se puede aplicar en el campo de la diplomacia: nadie puede quitarnos la profunda alegría de sentirnos amados por el Señor, que guía la historia más allá de las muchas agitaciones de los hombres".
La Iglesia y China
Durante la conversación, también se mencionó el polémico acuerdo con China para el nombramiento de obispos. El primer resultado positivo, subrayó el secretario de Estado, "es que ahora todos los obispos chinos están en comunión con el Papa". "Dos de ellos, por primera vez, participaron en el Sínodo de la Juventud el pasado mes de octubre. Ahora estamos empezando a hacer realidad este acuerdo. A través del mecanismo previsto por el mismo se buscan candidatos para las nominaciones en las diversas diócesis vacantes".
"El principio que nos guía -observó el Cardenal Parolin- es que los fieles chinos son buenos ciudadanos y buenos católicos, y por lo tanto respetuosos de las leyes, pero al mismo tiempo no se les impide vivir plenamente su fe católica que implica una comunión efectiva con el Papa. Habrá momentos difíciles, pero se ha creado una cierta confianza mutua que podemos aprovechar para enfrentarnos a problemas futuros. Esperemos que este acuerdo sea una pequeña semilla que pueda brotar y dar fruto".
Encuentro del Papa Francisco y Putin
Por otra parte, durante este diálogo se hizo referencia a la audiencia del 4 de julio, en la que el Papa Francisco recibirá al Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. "El Presidente de Rusia -dijo el Cardenal Parolin- se considera un hombre religioso, y por eso creo que reconoce en el Papa la encarnación de valores que considera importantes en su vida. También está la atención de Rusia a cuestiones como la protección de los cristianos en Oriente Medio y la crisis de los valores cristianos en las sociedades occidentales. La reunión será una oportunidad para abordar cuestiones que preocupan a la Santa Sede, como la situación en Siria y el conflicto en la región oriental de Ucrania".
Parolin también habló sobre el Sínodo sobre el Amazonas, programado para el 6 al 27 de octubre. "Alguien -dijo el Secretario de Estado- expresó su preocupación por la naturaleza política de esta asamblea en referencia a la soberanía sobre la Amazonía. La Santa Sede reiteró el carácter eclesial y pastoral del acontecimiento. Eso no significa, sin embargo, ignorar la realidad concreta, los problemas experimentados por los pueblos de esa región y el hecho de que la Amazonía es también un bien de la humanidad y como tal debe ser preservado".
Finalmente, el purpurado, refiriéndose a la situación en Venezuela, subrayó que "de las noticias provenientes de fuentes fidedignas surge la imagen de un drama que continúa y se profundiza, en la incapacidad de encontrar respuestas efectivas que inviertan la tendencia". En mi opinión", concluyó, "la solución debe ser esencialmente política. Hay varias propuestas sobre la mesa -pienso, por ejemplo, en las negociaciones patrocinadas por Noruega-, pero necesitan sabiduría, valor y voluntad para buscar el verdadero bien de la población por parte de los actores implicados. La Santa Sede no cesa de acompañar al país apoyando todas las iniciativas que puedan favorecer desarrollos positivos".