Benedicto XVI ha contactado vía satélite con los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS) con motivo de la última misión del transbordador Endeavour.
"Estoy muy feliz de tener esta oportunidad extraordinaria de poder conversar con vosotros durante vuestra misión. Sobre todo, estoy honrado de poder hablar con muchos de vosotros. En este momento la humanidad está atravesando un periodo de gran progreso desde el punto de vista del conocimiento científico y las aplicaciones tecnológicas", afirmó Benedicto XVI.
"En este sentido, sois los representantes de esta tecnología, con la que lleváis adelante la capacidad humana y las nuevas posibilidades del futuro, que hacen mejor nuestra existencia de todos los días. Admiro vuestra valentía y vuestro compromiso para el que os preparáis toda la vida", agregó.
En una conversación de unos 20 minutos, el pontífice les dijo a los tripulantes, entre ellos dos italianos, que son fuente de inspiración para muchas personas.
"Estáis a disposición de toda la humanidad con vuestras acciones, con las que buscáis el bien común. Esta conversación me da la oportunidad de expresar mi admiración y mi estima por vosotros, también porque habéis hecho posible esta misión y la habéis podido llevar a cabo de un modo positivo", apuntó el Papa.
Acto seguido, el pontífice les planteó cinco preguntas sobre diversos temas, entre ellos la paz, el cuidado del medioambiente, la aventura espacial como forma de búsqueda de los orígenes de la humanidad, así como el mensaje que van a transmitir a los jóvenes una vez que regresen a la Tierra.
El Papa preguntó también al ingeniero italiano Paolo Nespoli cómo había vivido la reciente muerte de su madre, a tantos miles de kilómetros de distancia. "Querido Paolo, sé que en los últimos días tu madre te ha dejado. Todos estamos cerca de ti y rezamos por ti", dijo Benedicto XVI, quien habló con los astronautas en inglés, excepto esta última cuestión, que fue planteada y respondida en italiano.
Nespoli le contestó que las misiones en el espacio te ofrecen la ventaja de poder observar la Tierra desde arriba, pero también tiene el inconveniente de no poder estar con la familia en momentos como la muerte de un ser querido, aunque dijo que se ha sentido muy cercano y arropado por sus compañeros.
Durante la conexión se pudo ver cómo el otro astronauta italiano, Roberto Vittori, pasó a Nespoli la medalla con la imagen de la creación del hombre de Miguel Ángel, que el Papa le dio para que la llevara al espacio y que ahora su compañero deberá traer de nuevo a la Tierra.
El transbordador Endeavour despegó el lunes rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), en la que será su vigésimo quinta y última misión al espacio.
La nave partió del Centro Espacial Kennedy, en Florida, para realizar una misión que durará 16 días y que incluye cuatro jornadas de trabajo de sus astronautas fuera del complejo que órbita a unos 385 kilómetros de la Tierra.
El Endeavour, que con una carrera espacial de 19 años es el más joven en una flotilla que tuvo cinco transbordadores, se desprendió de los dos cohetes propulsores y continuó rumbo hacia su órbita sin problemas.
Los astronautas del Endeavour y de la Estación Espacial Internacional (ISS) realizarán diversos experimentos científicos, entre ellos uno a desarrollar con el aparato que viaja a bordo del transbordador y que permitirá el estudio de la física de las partículas en los rayos cósmicos.
--Benedicto XVI: Queridos astronautas: estoy muy contento de tener esta oportunidad extraordinaria para conversar con vosotros durante vuestra misión. Me siento sumamente agradecido al poder hablar de este modo con todos vosotros, dado que los miembros de ambas tripulaciones están presentes en la estación espacial en este momento.
La humanidad experimenta un período de progreso sumamente rápido en el campo del conocimiento científico y de las aplicaciones técnicas. En cierto sentido, vosotros sois nuestros representantes, pues encabezáis la exploración de la humanidad de nuevos espacios y posibilidades para nuestro futuro, superando las limitaciones de nuestra vida cotidiana.
Todos admiramos vuestra valentía, así como la disciplina y el compromiso con el que os habéis preparado para esta misión. Estamos convencidos de que os inspiran nobles ideales y de que buscáis poner los resultados de vuestra investigación y logros a disposición de toda la humanidad al servicio del bien común,
Esta conversación me da la oportunidad de expresaros mi propia admiración y aprecio a vosotros y a todos los que colaboran para hacer que vuestra misión sea posible, y para manifestaros mi aliento de todo corazón para que la concluyáis con seguridad y éxito.
Pero esto es una conversación, de modo que yo no debo ser el único que habla. Tengo curiosidad por escuchar lo que queréis decir sobre vuestras experiencias y reflexiones. Si os parece bien, quisiera proponeros que presentéis algunas preguntas.
--Desde la estación espacial, vosotros tenéis una visión muy diferente de la Tierra. Sobrevoláis diferentes continentes y varias naciones al día. Creo que debe ser obvio para vosotros que todos vivimos en una Tierra y cómo es absurdo el que nos peleemos y matemos entre nosotros. Sé que la esposa de Mark Kelly ha sido víctima de un serio ataque y espero que su salud siga mejorándose. Cuando uno contempla la tierra desde arriba, ¿os habéis preguntado cómo viven aquí abajo las naciones y las personas o cómo la ciencia puede contribuir a la causa de la paz?
--Mark Kelly (Estados Unidos): Gracias por sus amables palabras, Santidad, y gracias por haberse acordado de mi mujer, Gabby. Es una pregunta muy buena: sobrevolamos casi todo el mundo y no puedes ver las fronteras, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de que la gente se pelea y hay mucha violencia en este mundo y esto es verdaderamente una desgracia. En general, la gente se pelea por muchas razones. Como hemos visto ahora en Oriente Medio, en ocasiones es por democracia en ciertas áreas, pero en general la gente se pelea por los recursos. Esto es interesante desde el espacio. En la tierra la gente se pelea por la energía; en el espacio utilizamos la energía solar y en la estación espacial tenemos pilas de combustible. La ciencia y la tecnología que hemos aplicado en la estación espacial para desarrollar la energía solar nos da prácticamente una cantidad ilimitada de energía. Y si algunas de estas tecnologías pudieran adaptarse más a la Tierra, quizá podríamos reducir en algo esa violencia.
--Uno de los temas que abordo con frecuencia en mis discursos es el la responsabilidad que todos tenemos ante el futuro de nuestro planeta. Recuerdo los serios riesgos que afronta el ambiente y la supervivencia de las futuras generaciones. Los científicos nos dicen que debemos tener cuidado y que desde el punto de vista ético tenemos que educar nuestras conciencias.
Desde vuestro extraordinario observatorio, ¿cómo veis la situación en la tierra? ¿Veis signos o fenómenos por los que tenemos que prestar más atención?
--Ron Garan (Estados Unidos): Santidad, es un gran honor conversar con usted y usted tiene razón: desde aquí contamos realmente con un extraordinario observatorio. Por una parte, podemos ver cómo es inenarrablemente bello el planeta que se nos ha dado; pero por otro lado, podemos ver con claridad lo frágil que es. Basta pensar en la atmósfera, por ejemplo, vista desde el espacio, la atmósfera es tan fina como una hoja de papel, y pensar que esta cobertura delgada como el papel es todo lo que separa a todo ser viviente del vacío del espacio, todo lo que nos protege, es realmente un pensamiento serio. Para nosotros es increíble ver la Tierra suspendida en la oscuridad del espacio y pensar que todos estamos juntos en esto, cabalgando este hermoso y frágil oasis del universo. Nos llena de enorme alegría pensar que todos los que estamos abordo de esta increíble estación orbital, que fue construida por muchas naciones de nuestra alianza internacional, hemos alcanzado este enorme logro en órbita. Usted comprenderá que esto muestra cómo trabajando juntos y con cooperación podemos superar muchos de los problemas que afrontamos en nuestro planeta, podemos resolver muchos de los desafíos que afrontan los habitantes de nuestro planeta. Es realmente un maravilloso lugar para vivir y trabajar, y es un maravilloso mirador de nuestra bella Tierra.
--La experiencia que estáis viviendo en este momento es extraordinaria y muy importante, aunque tengáis que regresar a la Tierra como el resto de todos nosotros.
Cuando regresaréis, seréis sumamente admirados y tratados como héroes que hablan y actúan con autoridad. Os pedirán que habléis de vuestras experiencias. ¿Cuáles serán los mensajes más importantes que queréis compartir --en particular a los jóvenes-- que vivirán en un mundo decididamente influenciado por vuestras experiencias y descubrimientos?
--Mike Finchke (Estados Unidos): Santidad, como han dicho mis colegas, podemos mirar hacia abajo y contemplar nuestro precioso planeta Tierra que Dios ha creado, y es el planeta más hermoso de todo el Sistema Solar. De todos modos, si miramos para arriba, podemos ver el resto del universo, y el resto del Universo está ahí fuera para que lo exploremos. Y la Estación Espacial Internacional no es más que un símbolo, un ejemplo de lo que los seres humanos pueden hacer cuando trabajamos juntos constructivamente. Por tanto nuestro mensaje, uno de nuestros muchos mensajes, aunque creo que uno de los más importantes mensajes, es dejar que los niños del planeta, los jóvenes, sepan que existe todo un universo para nosotros que hay que explorar. Y cuando lo hacemos juntos, no hay nada que no podamos lograr.
--La exploración del universo es una aventura científica fascinante. Sé que habéis estado instalando nuevos equipos para avanzar en la investigación científica y el estudio de la radiación que procede del espacio exterior. Pero creo que es también una aventura del espíritu humano, un poderoso estímulo para reflexionar sobre los orígenes y sobre el destino del universo y de la humanidad. Los creyentes contemplan con frecuencia los cielos ilimitados y, meditando en el Creador, quedan impresionados por el misterio de su grandeza. Por este motivo, la medalla que le entregué a Robert [Vittori] como signo de mi propia participación en vuestra misión, representa la Creación del Hombre, pintada por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. En medio de vuestro intenso trabajo e investigación, ¿os habéis detenido para reflexionar sobre esto o incluso para elevar una oración al Creador? ¿O será más fácil para vosotros pensar en todo esto cuando hayáis regresado a la Tierra?
--Roberto Vittori (Italia): Santidad, vivir abordo de la Estación Espacial Internacional, trabajar como astronauta en la nave Soyuz de la estación, es algo sumamente intenso. Pero todos tenemos la oportunidad, cuando llega la noche, de bajar la mirada a la Tierra: nuestro planeta, el planeta azul, es hermoso. Azul es el color de nuestro planeta, azul es el color del cielo, azul es también el color de las Fuerzas Aéreas Italianas, la organización que me dio la oportunidad de unirme a la Agencia Espacial Italiana y a la Agencia Espacial Europea. Cuando tenemos un momento para bajar la mirada, la belleza, que es el efecto en tres dimensiones de la hermosura del planeta, nos conquista el corazón, me conquista el corazón. Y entonces sí, rezo: rezo por mí, por nuestras familias, por nuestro futuro. Llevo conmigo su medalla y dejo que la medalla se quede flotando ante mí para demostrar la ausencia de gravedad. Debería darle las gracias por esta oportunidad y quiero que esta medalla flote por mi amigo y colega Paolo: él regresará a la Tierra en la nave Soyuz. Yo traje la medalla al espacio y él la llevará a la tierra para devolvérsela a usted.
--Mi última pregunta es para Paolo. Querido Paolo, sé que en los días pasados tu mamá te ha dejado y cuando regreses en unos días a casa ya no estará esperándote. Todos estamos a tu lado, yo también he rezado por ti... ¿Cómo has vivido este momento de dolor? En vuestra estación, ¿os sentís alejados y aislados y experimentáis la desesperación o más bien os sentís unidos entre vosotros e integrados en una comunidad que os acompaña con atención y afecto?
--Paolo Nespoli (Italia) [en italiano]: Santo Padre, he experimentado sus oraciones, vuestras oraciones han llegado hasta aquí. Es verdad, estamos fuera de este mundo, estamos en órbita alrededor de la Tierra y podemos ver mejor la Tierra y seguir todo lo que nos rodea. Mis colegas aquí, abordo de la Estación --Dimitri, Kelly, Ron, Alexander y Andrei-- han estado muy cerca de mí en este momento importante para mí, muy intenso, así como mis hermanos, mis hermanas, mis tías, mis primos, mis parientes han estado cerca de mi madre en los últimos momentos. Doy las gracias por todo esto. Me he sentido lejos pero también muy cerca, y seguramente el pensamiento de experimentaros a todos cerca de mí, unidos en este momento, ha sido un enorme alivio. Doy también las gracias a la Agencia Espacial Europea y a la Agencia Espacial de los Estados Unidos que han puesto a disposición los recursos para que yo haya podido hablar con ella en los últimos momentos.
--Queridos astronautas: os doy las gracias de corazón por esta maravillosa oportunidad de encuentro y diálogo con vosotros. Vosotros me habéis ayudado a mí y a otras muchas personas a reflexionar juntos sobre cuestiones importantes que afectan al futuro de la humanidad. Os deseo todo lo mejor para vuestro trabajo y para el éxito de vuestra gran misión al servicio de la ciencia, de la colaboración internacional, del auténtico progreso, y de la paz en el mundo. Vosotros seguiréis estando en mis pensamientos y oraciones y de corazón os imparto mi bendición apostólica.
[Traducción del original inglés e italiano realizada por Jesús Colina. Zenit
© Libreria Editrice Vaticana]