Desde el próximo sábado, víspera del primer domingo de Cuaresma, Benedicto XVI saldrá al aire todos los sábados en TV con lo mejor de su prédica: la de las homilías de la misa, la de los Ángelus comentando el Evangelio del día.
Pero acompañando a la palabra del Papa habrá otras cosas. La transmisión tendrá por título: "El domingo con Benedicto XVI". Y se articulará en tres momentos muy ligados entre sí: arte, palabra, música.
En cambio el arte hará de "ouverture" a la transmisión. Cada vez, el gran historiador del arte Timothy Verdon mostrará e ilustrará tres obras de arte de la pintura cristiana ligadas a temas y a sujetos de la misa del día siguiente, los mismos aludidos por el Papa en su discurso.
Y finalmente la música, coronando todo. Los "Cantores Gregorianos" dirigidos por el maestro Fulvio Rampi – entre los mejores interpretes en el mundo del canto litúrgico de rito latino – harán escuchar el canto de ingreso y el canto de comunión del propio de cada domingo, en gregoriano purísimo, con un comentario de su director que descubrirá las maravillas musicales y litúrgicas de dichos cantos, ya anticipados en algunos casos por el mismo Papa.
“El domingo con Benedicto XVI” durará una media hora. Saldrá al aire en Italia todos los sábados a las 17:30 con una repetición a las 22:35. Y acompañará todo el año litúrgico, sin salir nunca de vacaciones.
La TV que sacará al aire este nuevo programa es TV 2000, de propiedad de la conferencia episcopal italiana, con Dino Boffo director de los programas, con los estudios centrales en Roma, se puede ver vía satélite y por digital terrestre en Italia, y también en todo el mundo por streaming en su sitio web
Pero a TV 2000 le podrían seguir pronto otros canales de televisión de otras naciones y continentes, algunos de los cuales ya han manifestado un fuerte interés en transmitir este mismo programa, en sus respectivos idiomas.
TV 2000 fue inspirada para idear la nueva transmisión en una línea maestra del pontificado de Benedicto XVI. La que tiene su punto central en la misa: "el acto en el cual Dios viene entre nosotros y lo tocamos", como ha dicho el Papa en el libro-entrevista "Luz de mundo"; el acto en el cual el Verbo de Dios "se hace carne" en la persona de Jesús y "se hace comer" en el pan transustanciado.
La misa no es "teatro", no es "espectáculo", ha dicho también el Papa Benedicto. Ella "extrae su vida de Otro, y esto debe hacerse evidente". Pero para acoger este don recibido de Cristo, la Iglesia católica actúa no sólo con el sacramento, sin también con la arquitectura, el arte, la música. La liturgia se vuelve así la puerta que aproxima a Dios y nos hace entrever su misterio, también para los tibios de fe y los alejados.
En concreto, cada sábado, Benedicto XVI ilustrará los textos de la misa del domingo con pasajes retomados de su predicación en vivo, de una homilía, de un Ángelus.
Y cuando ello no sea suficiente, será integrada a la voz en vivo del Papa la lectura de pasajes de su "Jesús de Nazaret" referentes al Evangelio del día.
Será este el caso, por ejemplo, del primer domingo de Cuaresma. En la víspera, se escucharán de voz viva de Benedicto XVI las palabras del Ángelus dedicado a las tentaciones de Jesús en el desierto, leídas en el Evangelio del día después. Pero la parte mayor de su intervención será tomada de su primer volumen sobre Jesús, de aquel pasaje sugerente en el cual, comentando la última tentación, la del poder, el Papa llega a preguntar: "¿Pero que cosa ha traído Jesús verdaderamente, si no ha traído la paz a la tierra, el bienestar para todos, un mundo mejor? ¿Qué cosa ha traído?". Y responde: "Ha traído a Dios".
Otras veces, aparte del Papa se hará hablar a Padres de la Iglesia, que él frecuentemente cita y comenta.
Pero en la mayor parte de los casos será Benedicto XVI en persona quien ilustrará las lecturas bíblicas de la misa dominical, únicamente con sus homilías, las cuales, cada año más, se revelan como un rasgo característico de su pontificado,
Respecto a la "ouverture" artística de la transmisión, se debe notar que Timothy Verdon – historiador del arte, sacerdote, nacido en los Estados Unidos, pero residente en Florencia, donde dirige la oficina diocesana para la catequesis a través del arte – está entre los más convencidos sostenedores de una idea muy querida del Papa Ratzinger, según la cual el arte cristiano es una vía regia para introducir a los divinos misterios.
Verdon está tan convencido, que en los años pasados ha publicado tres volúmenes dedicados a los tres ciclos de las lecturas del misal romano, en los cuales ha ilustrado y comentado cada misa dominical y festiva precisamente con obras de arte cristianas escogidas en función del Evangelio del día.
En la nueva transmisión de TV 2000, Verdon traducirá esta idea en lenguaje televisivo, al alcance de un vasto público. Anticipará con los colores y las luces de la pintura la página del Evangelio que inmediatamente después Benedicto XVI explicará con su palabra.
Por ejemplo, la víspera del primer domingo de Cuaresma, Verdon ilustrará el Evangelio de las tentaciones con una pintura de Jacopo Tintoretto de la Escuela de San Rocco en Venecia, con una tabla de Duccio de Buoninsegna conservada en Nueva York en la Frick Collection y con un mosaico de Ravena del siglo V que representa a Jesús que multiplica los panes.
Luego, respecto a la parte musical, las ejecuciones en canto gregoriano de una parte del propio del domingo de Cuaresma tendrán lugar en una iglesia de Cremona, la de San Abondio, que es también la iglesia en la cual fue bautizado el gran Claudio Monteverdi, que precisamente nació en Cremona.
Pero de la Pascua en adelante los cantos serán ejecutados también en otros lugares, entre los cuales se encuentran algunas de las más bellas iglesias de Roma.
Y en algunas ocasiones a los "Cantores Gregorianos" se alternará un coro polifónico también este dirigido por el maestro Rampi, que ejecutará motetes de Palestrina, Monteverdi y otros grandes autores, musicalizados sobre textos litúrgicos de cada domingo.
Los "Cantores Gregorianos" están en actividad desde hace muchos años. Han tenido conciertos en varios países del mundo. Son los primeros en saber y en teorizar que el canto gregoriano puede ser comprendido y gustado sólo si es vuelto a poner en su contexto propio, que es el de la liturgia.
No hay otro modo que este para restituir al canto gregoriano su verdad. Y para volver a darle el puesto preeminente que el Concilio Vaticano II le había confirmado, como canto principal de la liturgia católica.
Y es precisamente lo que los "Cantores Gregorianos" harán en la parte final de la transmisión. No sólo ejecutarán los cantos específicos de cada misa dominical, sino que su maestro, comentándolos, los encuadrará en el contexto litúrgico del cual son parte esencial.
Sobre esta materia, el maestro Rampi también ha escrito uno de los libros más cultos y más fascinantes: "Del canto gregoriano. Diálogos sobre el canto propio de la Iglesia", editado por Rugginenti, Milán.