La Santa Sede ha creado una comisión para la “excomunión de las mafias”. A través del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y coincidiendo precisamente con la beatificación del juez Rosario Livatino, asesinado por la mafia, pretenden “profundizar en el tema, colaborar con los obispos del mundo, promover y apoyar iniciativas.
El grupo de trabajo sobre la "excomunión de las mafias" se ha creado para que la universalidad de la Iglesia pueda responder a la globalidad de las mafias aclarando que la pertenencia a ellas es irreconciliable con el Evangelio.
Este grupo incluye a Monseñor Pennisi, Giuseppe Pignatone, Don Luigi Ciotti y Rosy Bindi, y tiene como coordinador a Vittorio V. Alberti, funcionario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que en una entrevista con Vatican News explica por qué se ha creado.
“La comisión se creó para continuar el trabajo que iniciamos hace cuatro años sobre la mafia y la corrupción. En un momento dado, de hecho, nos dimos cuenta de que en la Doctrina Social de la Iglesia, en el Derecho Canónico, en el Catecismo no se menciona la excomunión de los mafiosos. Por eso, para reforzar la excomunión, los pronunciamientos y el magisterio del Papa Francisco sobre este tema, hemos creído necesario intervenir. De ahí la creación del grupo de trabajo”, explica en esta entrevista:
- ¿En qué aspectos van a trabajar?
- En primer lugar, queremos concienciar y crear una mentalidad contraria seria sobre estos temas. Profundizaremos en nuestros conocimientos, trabajaremos en red, porque necesitamos colaborar con el episcopado mundial, precisamente porque no hay una doctrina específica de la Iglesia universal y, por tanto, debemos colaborar y apoyar a los obispos del mundo que ya están trabajando en estos temas.
Queremos promover y apoyar iniciativas en este campo y coordinarlas. El aspecto que más nos preocupa es el cultural, es decir, la necesidad de sensibilizar, crear redes, profundizar y promover estos temas para reforzar el mensaje del Papa y eliminar definitivamente cualquier posible compromiso de cierto catolicismo con las mafias. Esto es un hecho histórico. Luego, naturalmente, nos ocuparemos de los aspectos doctrinales y canónicos.
- ¿Quién forma parte de este grupo?
- El grupo incluye al Arzobispo de Monreale, Monseñor Michele Pennisi, al Presidente del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Pignatone, al Presidente de la Asociación Libera, Don Luigi Ciotti y a Rosy Bindi, antigua Presidenta de la Comisión Parlamentaria Antimafia.
También están Don Raffaele Grimaldi, inspector general de los capellanes de las cárceles italianas, Don Marcello Cozzi, sacerdote y profesor de la Universidad Lateranense con larga experiencia en estos temas y Monseñor Ioan Alexandru Pop, del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos. De hecho, como Dicasterio, hemos decidido implicar a otros Dicasterios de los que ya tenemos pleno apoyo, como la Congregación para la Doctrina de la Fe y precisamente el Dicasterio que se ocupa de los Textos Legislativos.
- ¿Por qué anunciar la creación de esta comisión el día de la beatificación de Rosario Livatino?
- La beatificación de Livatino es realmente un acontecimiento trascendental porque es el primer magistrado de la historia de la Iglesia que se convierte en beato y es un laico, un verdadero laico. El reconocimiento, pues, por parte de la Santa Sede, de la Iglesia universal, del martirio de un juez que se ha movido en contra de la Mafia es un poderoso mensaje para afirmar que la Mafia no tiene nada que ver con el Evangelio y, por tanto, con la Iglesia. Lo importante para nosotros es, en primer lugar, afirmar de una vez por todas que no es posible en el mundo pertenecer a la mafia y formar parte de la Iglesia. A partir de aquí queremos construir una nueva pastoral, un nuevo camino cultural que implique en primer lugar a las víctimas, trabajando también en las cárceles, hablando con los presos y acompañándolos en un camino de esperanza.