En Navidad llegan hasta el apartamento de Benedicto XVI cientos de cartas y regalos. Personas de todo el mundo que quieren felicitar al Papa la Navidad y demostrarle su apoyo.

“El Papa recibe felicitaciones de todas las partes del mundo, de tantos católicos que lo aprecian. También recibe pequeños regalos. Muchas veces son regalos simbólicos que manifiestan el aprecio de los católicos y su cercanía espiritual”, dice el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Información de la Santa Sede. 

Este año, dos regalos destacan sobre el resto. Quince presos de la cárcel de máxima seguridad de Padua, en Italia, han enviado a Benedicto XVI 232 “panettones”, un dulce típico italiano de estas fechas, que han hecho ellos mismos. El Papa los repartirá a sus colaboradores y a otros miembros de la Curia Romana.

Otro regalo de esta Navidad será una serie de películas de Don Camillo y Peppone, que la localidad de Brescello. Benedicto XVI afirmó en el libro “Luz del mundo”, que se publicó recientemente, que le gustaban mucho estas películas.

Regalos que el Papa compartirá con lo que el llama la “familia pontificia”.