"La acción de Benedicto XVI para volver a dar vitalidad y dignidad a la liturgia católica parece que la entienden y aplican mejor en la ´periferia´ de la Iglesia que en su centro europeo" asegura el vaticanista Sandro Magister.
El experto en asuntos vaticanos pone como ejemplo de ello el caso del arzobispo de la diócesis de Colombo, Malcom Ranjith, en Sri Lanka y su apuesta por la oración litúrgica “hacia el Señor” y por el canto gregoriano, y el del obispo auxiliar de Karaganda, Athanasius Schneider, en Kazajstán, que promueve la comunión en la boca y de rodillas.
El vaticanista destaca que Ranjith, “persona de confianza de Benedicto XVI” y "probablemente nuevo cardenal en el próximo consistorio" haya lanzado en su diócesis un año de la eucaristía y que para ello ha pedido la ayuda de dos “oradores excepcionales”, el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, y el padre Uwe Michael Lang, miembro de la misma.
Del primero recuerda que “no por casualidad en su patria es definido ‘el Ratzinger de España’" y que “no por casualidad fue llamado a Roma por el Papa” El segundo explica, es autor de uno de los libros que ha causado más discusión en los últimos años en el campo litúrgico: "Hacia el Señor", en el que sostiene que la orientación justa en la oración litúrgica es hacia Cristo. El libro cuenta con un prefacio de Joseph Ratzinger, escrito antes de su elección pontificia.
Para Magister, el objetivo Ranjith es “reavivar la fe en la presencia real de Cristo en la eucaristía y para educar a expresar esa fe en signos litúrgicos adecuados”. “Por ejemplo, celebrando la misa "hacia el Señor", recibiendo la comunión en la boca y no en la mano, y de rodillas. En resumen, con aquellos gestos que son rasgos distintivos de las misas celebradas por el Papa Ratzinger”.
Lo que impresiona, señala el analista, “es que la acción de Benedicto XVI para volver a dar vitalidad y dignidad a la liturgia católica parece que la entienden y aplican mejor en la ‘periferia’ de la Iglesia que en su centro europeo”.
Así, el canto gregoriano hoy está “más vivo y difundido en algunos países de África y de Asia que en Europa” y la “decisión de Benedicto XVI de liberalizar el uso del misal antiguo junto al moderno “parece ser comprendida y aplicada en África y en Asia mejor que en algunas regiones de Europa”.
Una ulterior prueba de ello se refiere al modo como se da la comunión a los fieles: en la mano o en la boca, de pie o de rodillas.
“El ejemplo dado por Benedicto XVI - en la boca y de rodillas - encuentra muy pocos seguidores sobre todo en Europa, en Italia y en la misma Roma, donde casi en todas partes se sigue dando la comunión en la mano a todo el que así la pida, no obstante las normas litúrgicas lo permiten sólo en casos excepcionales”.
Sobre el modo de recibir la comunión, dice que “para encontrar las parroquias, las diócesis, los sacerdotes y los obispos que actúan y enseñan en plena sintonía con Benedicto XVI es más fácil buscar en la ‘periferia’ de la Iglesia: por ejemplo en el remoto Kazajstán, en Asia central ex soviética”.
“Allí, en la diócesis de Karaganda, todos los fieles reciben la comunión en la boca y de rodillas. Y allí hay un obispo, el auxiliar de Karaganda Athanasius Schneider, que ha escrito sobre el tema un libro que brilla como una piedra preciosa”, obra en la que el autor “cuenta la vida heroica de aquellas mujeres católicas que en los años del dominio comunista llevaban en secreto la comunión a los fieles” y explica que la fe “estaba en el origen de aquel heroísmo”.
Cuando en el 2008 el Papa leyó el manuscrito del obispo Schneider, inmediatamente ordenó a la Librería Editorial Vaticana publicarlo, concluye Magister.