El Sínodo de Oriente Medio, que este lunes ha comenzado, se plantea una mejor comprensión del islamismo, movimiento ideológico en crecimiento, según uno de los hombres clave en la preparación de esta asamblea episcopal.
El padre Samir Khalil Samir, jesuita, profesor en el Instituto Pontificio Oriental de Roma, uno de los redactores de los documentos preparatorios del Sínodo, confiesa que la parte dedicada al diálogo interreligioso es una de las que más les ha preocupado.
"Sólo la paz puede aportar una solución a nuestra situación política. Rechazamos toda forma de violencia en nuestros países , venga de Israel o de los palestinos o de los árabes", comienza diciendo antes de tocar la cuestión del islamismo.
Según algunas definiciones, no todas unívocas, el islamismo es un conjunto heterogéneo de movimientos ideológicos que buscan adaptar la vida política con el islam. El espectro político de estos movimientos es muy amplio y abarca posiciones desde partidos políticos islámicos que mantienen principios demócratas y moderados, hasta postulados extremos y radicales de naturaleza salafista, clasificados como islamistas o yihadistas.
El mismo relator general del primer Sínodo de los Obispos, Su Beatitud Antonios Naguib, patriarca de Alejandría de los Coptos, en su informe de este lunes ante la asamblea calificó el "islam político", como una "amenaza" para los cristianos en Oriente Medio.
"Nuestro análisis es que uno de los problemas del islamismo es su rechazo de la modernidad, pues la considera como una forma de ateísmo. ¿Qué es la ideología islámica? Para ésta todas las formas de ideología han fracasado, el comunismo, el capitalismo, y hasta el cristianismo. ¡Basta ver Europa! ¿Quién puede salvar nuestro mundo actual? Sólo el islam".
Según esa visión del islamismo, "la modernidad ha venido a combatir la religión; el regreso a las fuentes y a la tradición permitirá ofrecer al mundo entero un proyecto viable. En Occidente, hay que re-islamizar al mundo musulmán que se ha dejado secularizar e influenciar por Occidente desde el siglo XIX".
"La primera etapa consiste en transformar a la sociedad musulmana, reintroduciendo la Charia [ley islámica, ndt.] como fundamento total o parcial de la Constitución. Y se está logrando casi por todas las partes, lentamente".
Por este motivo, el padre Samir Khalil Samir considera que ante el islamismo "hay que proponer una modernidad ´creyente´".
"Hay que trabajar sobre un sistema de valores común con los musulmanes. Los cristianos contribuyen con la sociedad a nivel de la cultura, de la industrialización, pero sobre todo con los derechos del hombre", aclara.
"No se trata de ´hacer ghetto´. Todo lo que podemos hacer juntos, con los musulmanes, con los gobiernos, es preferible a todo lo que podemos hacer de manera separada", concluye.