“Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?”, se puede leer en Proverbios 6, 9-11. Explica Nahum Rosario que es fundamental orar por la mañana todos los días de nuestra vida, pues “la vida es muy frágil”, y es necesario cuidarla con oración. La oración, el encuentro personal con Dios, es el motor de la vida, y gracias a esos momentos de intimidad con Dios es cómo se puede ofrecer el día y ponerlo en sus manos. He aquí 10 razones por las que orar todos los días por la mañana.
1. Recuerda que te levantaste porque el Señor sustentó tus sueños
Dios envió su ángel para estar contigo e impulsarte a orar. Esto leemos en el salmo 3, 5: “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Dios me sustentaba”. El agradecimiento es el primer rasgo del encuentro personal de cada mañana.
2. Debes apreciar al Dios que levantó
Los salmos de la Biblia son fuente de gracia y de textos bellísimos para el agradecimiento a Dios. Por eso, démosle gracias a Dios porque Él ve los hoyos en nuestra vida que nosotros no vemos. Por eso con el salmo 103, 1-6, podemos decir “Bendice, alma mía a Dios, y bendiga todo mi ser su santo nombre...”.
3. Te despertaste sano y fuerte
Tienes Fe y Esperanza, además a Cristo que intercede por ti y al Espíritu Santo que te conduce por la vida. Una nueva razón para orar: en el salmo 34, 7, se lee: “El ángel de Dios acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”.
4. ¿Por qué oras en este día?
Una respuesta rápida y certera: porque no sabemos lo que nos espera en este día. El mismo Jesucristo nos previene contra el agobio de la vida y nos anima a entregar nuestra confianza en el Señor: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6, 34).
Dejemos que Dios enderecé nuestros caminos, porque esto se convierte en medicina para nuestro cuerpo. Debemos ser conscientes de que dependemos de Dios. Lo necesitamos a Él, a su misericordia y su gracia. Por eso nada mejor a primera hora de la mañana que invitar a Dios a nuestra vida: “Fíate de Dios de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia…” (Proverbios 3, 5-8).
5. Necesitas a Dios para atacar este día y salir victorioso
Y si ponemos a Dios en nuestra vida, no podemos dejar de confiar en él. Pidamos, pues, confianza: “¿Qué diremos a esto? Si Dios está con por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8, 31).
Todos necesitamos a Dios para vencer el afán de este día. Tú y Dios son mayoría, no s necesita a nadie más en esta tierra para completar esta unión: Dios tiene la salud para tu enfermedad, la compañía para tu soledad y la solución para tu problema.
6. Debes orar para cancelar las obras de Satanás
Satanás no es omnipresente ni omnipotente, pero tiene miles de demonios que te han estudiado perfectamente a ti y están encargados en destruirte. Por estas cosas necesitas a el Espíritu Santo. Y el diablo se asusta cuando te ve de rodillas, y más si es ante el Santísimo. Por eso, con el salmo 31, 14, puedes proclamar por la mañana: “Mas yo en ti confío, oh Dios; digo: Tú eres mi Dios”.
7. Debes pedir provisión para nuestras necesidades
Tu creador te da un cheque en blanco para que tú lo llenes de acuerdo a este nuevo día.
La oración por la mañana es el momento perfecto para pedirle a Dios lo que necesitas, a esta hora aún no te has expuesto a la maldad del mundo. Por eso, un Padre Nuestro te recodará siempre que todo proviene de la mano misericordiosa y generosa de Dios: “Danos hoy nuestro pan de cada día”.
8. Debes interceder a favor de nuestra familia y amigos
Ezequiel 22, 30: “Y busqué entre ellos un hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”. ¿De verdad no hallará Dios a alguien que interceda por los que más lo necesitan?
Pedid y se os dará, por eso necesitamos orar por aquellos familiares o amistades que necesitan un encuentro con Dios. Acercar a los demás a Cristo, es el mayor de los regalos y dones que podemos hacer.
Y aunque resulte extraño, es muy importante orar por nuestros enemigos... Recuerda: esta batalla no es tuya sino de Dios.
9. Debes orar por la mañana para experimentar gozo
Tras la oscuridad y el desasosiego de las tinieblas, siempre hay alegría en la mañana. Cuando inicias el día orando recibes gozo, paz, alegría. Por eso, unos pocos minutos con tu Padre Celestial vale mucho más que cualquier otra cosa.
Dice el salmo 30, 5, “porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”.
10. Debes orar por la mañana para ser parte del plan de Jesús para ti y para los demás
Y un ejemplo claro de ello fue la Santísima Virgen María: “Respondiendo el ángel, le dijo: el Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1, 35). La vocación de María para ser parte indispensable del plan salvífico de Dios nos hace ver que también Dios nos quiere protagonistas de nuestra propia existencia para ser portadores de su Palabra a todos los hombres: en el trabajo, en la universidad, en la familia, con los amigos… todos estamos llamados a ser luz de Cristo para todos los demás.