509. ¿No es la oración una huida de la realidad?
Quien ora no huye de la realidad: más bien abre los ojos para ver toda la realidad. Recibe del mismo Dios Todopoderoso la fuerza para resistir la realidad.
La oración es como una gasolinera donde se recibe gratis la energía para recorrer caminos lejanos y para los retos más extremos. La oración no saca de la realidad, sino que introduce plenamente en ella. Orar no es perder el tiempo, sino que duplica el tiempo que queda, lo llena de sentido desde dentro. [356]
510. ¿Es posible orar siempre?
Orar es siempre posible. Orar es una necesidad vital. La oración y la vida son inseparables. [2742-2745,2757]
No se puede despachar a Dios con un par de palabras por la mañana o por la tarde. Nuestra vida debe convertirse en oración, y nuestras oraciones deben hacerse vida.
La historia de cada vida cristiana es también una historia de oración, un único y largo intento de unirse cada vez más íntimamente con Dios.
Como en muchos cristianos está vivo el deseo de estar siempre junto a Dios en su corazón, recurren a la llamada "oración de Jesús", que es una costumbre antigua especialmente en las iglesias orientales.
El orante intenta integrar una fórmula sencilla de oración -la más conocida es "Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí"- de tal modo en su jornada, que se convierte en una oración constante.