San Petronio de Bolonia, obispo. 4 de octubre.
Nació a inicios del siglo V, y fue descendiente de una familia galo-romana. Su padre, también llamado Petronio, fue prefecto en la Galia. Nuestro santo estudió con los mejores maestros del momento, viajó a Oriente para conocer los Padres del Desierto e imbuirse del espíritu monástico. De regreso a Roma, en 430, el papa San Celestino I (6 de abril) le conoció y le consagró obispo para destinarlo a Bolonia. Petronio se negó todo lo que pudo, pues al parecer pensaba seguir los pasos de su padre, pero finalmente aceptó por obediencia.
Eran los tiempos de las invasiones de Alarico, los bárbaros estaban a las puertas de Roma, y de hecho en menos de 50 años el Imperio de Occidente caería. Petronio se dedicó a la restauración material y moral de la ciudad. Hizo caridad, fortificó las murallas, alentó obras públicas, reparó hospitales, reconstruyó iglesias y construyó la basílica de San Esteban, un precioso edificio.
Petronio falleció en 450 y fue sepultado en su catedral. Con los avatares del tiempo, las reliquias estuvieron perdidas durante siglos hasta que fueron halladas en 1141. En 1211 se le dedicó una bellísima basílica en Bolonia, visita obligada para devotos y amantes del arte.
Fuente:
-https://www.heiligenlexikon.de
A 4 de octubre además se celebra a:
San Salomón II de Bretaña, rey.
Santa Áurea de París, abadesa.
San Quinto de Montrésor, mártir.