Santas Rut y Noemí. 4 de junio.
A Rut la hallamos en el Antiguo Testamento, y su nombre titula un libro sagrado. Este nombre significa "compañera", "amiga", pero también "belleza". En hebreo se escribe así "Rut", pero se sabe que esta "t" al final es suave, por tanto se escucharía "Ruth". Fue de origen moabita, pero era casada con un israelita que se había exiliado huyendo de la pobreza (así que podría ser patrona de los emigrantes con todo derecho). Tanto ella como su cuñada Orfa y su suegra Noemí quedaron viudas y esta última les dirá: "Mi vejez no me permite ser útil, así que podéis volver a casa de vuestros padres; y que Dios os prodigue sus bendiciones, que vosotras habéis prodigado su bondad conmigo y con mis hijos".
Orfa, se fue, pero Rut contestó a Noemí: "Iré adonde vayas; tu pueblo será mi pueblo; tu Dios será mi Dios y solo la muerte me separará de tu compañía". Y juntas regresan juntas a Canaán. Para poder sobrevivir Ruth rebusca en las espigas deshechadas por los cosechadores en el campo de Booz, en Belén. Por influencia de Noemí, Rut se casa con Booz y recuperan todo lo que fue de Elimelec, marido de Noemí.
Muchos discuten la historicidad de este pasaje, y otros ven una clara prefiguración de la Iglesia, e incluso de la Virgen María, ya que Rut, por su matrimonio, se convierte en ascendente directa del Mesías, porque su hijo Obed, será abuelo del rey San David (29 de diciembre), entrando en la genealogía de Jesús, según aparece el Evangelio de San Lucas. Sobre todo a partir de la Edad Media, con las asociaciones tan queridas por los teólogos, se vio a Rut como prefiguración de la Iglesia y a Booz como prefiguración de Cristo, y su unión como prefiguración de la unión indisoluble entre Cristo y la Iglesia.