Su leyenda, vinculada a la de Santa Susana (11 de agosto), cuenta que Claudio y Máximo, eran hermanos del papa San Cayo (19, 21 y 22 de abril) y de San Gabino (19 de febrero), padre de Susana. Máximo era tesorero privado del emperador Diocleciano, y Claudio igualmente tenía un puesto relevante cercano al emperador. Cuando el emperador Galerio Maximiano perdió a su esposa Valeria, cayó en enorme tristeza, y sabiendo que sus servidores tenían una sobrina bellísima (Susana), quiso conocerla para desposarla, pues también tenía rango noble.
Claudio habló a Gabino sobre las pretensiones de Galerio, y ambos llamaron a Susana a su presencia. Cuando la chica se acercó, Claudio quiso saludarla con un beso, pero Susana le apartó diciendo "Perdóneme, tío, pero ningún hombre me ha besado ni besará nunca". Claudio le inquirió sobre esas palabras y Susana le dijo que tenía un voto perpetuo de virginidad, cosa que Claudio nunca había oído hablar. Esta resolución de Susana, más que las enseñanzas recibidas, hizo que Claudio creyera en Cristo con absoluta firmeza y estuviera dispuesto a negar la mano de Susana a Galerio. Sabiendo que el emperador reaccionaría con violencia, Claudio y Máximo recibieron el santo bautismo, junto a Prepedigna, Alejandro y Cutias, mujer e hijos de Claudio.
Luego, Claudio y Máximo informaron al emperador que Susana prefería la corona celestial a una corona terrenal. Montando en cólera, el emperador dio la orden de desterrarlos a todos, pero terminaron quemados vivos en Ostia y sus cenizas echadas al mar, en 295. Por su parte Gabino y Susana fueron encerrados en la cárcel y sufrirían el martirio posteriormente.
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 18 de febrero además se celebra a
San Angilbert de St-Riquier, abad.
Santa Constanza de Roma, virgen.