Nuestra Señora, la Virgen de Loreto. 10 de diciembre.
Cada 10 de diciembre se celebra la festividad de la Traslación de la Santa Casa de Nazaret a Loreto, para la que el Papa Francisco concedió un Año Jubilar en 2019, prolongado un año más por la pandemia de coronavirus.
En el santuario de Loreto, en Italia, se conserva la Santa Casa de la Virgen María en Nazaret. En ella recibió y aceptó el anuncio del arcángel Gabriel de que sería la Madre de Dios. La Santa Casa llegó hasta su ubicación actual en una traslación milagrosa que tuvo lugar en el siglo XIII, reconocida por numerosos Papas y que tiene su propia memoria litúrgica.
Su sola presencia en la liturgia (reforzada por las letanías lauretanas -gentilicio de Loreto- con las que concluye el rezo del rosario) ya sugiere que la festividad de la Traslación de la Santa Casa de Nazaret no responde a una leyenda piadosa sino que se trata de un hecho debidamente asentado en la Tradición de la Iglesia.
¿Cómo tuvo lugar la Traslación? Fue en cinco momentos distintos.
En 1291, tras la caída de la ciudad cruzada de San Juan de Acre, el Reino Cristiano de Jerusalén quedó a merced de los musulmanes, y la Casa de Nazaret donde había tenido lugar la Anunciación, un lugar de peregrinación para los cristianos, corría un peligro cierto de ser profanada.
Para salvarla de la destrucción, sucedió la primera de las traslaciones milagrosas, y en la noche del 9 al 10 de mayo unos ángeles la tomaron desde sus cimientos y la depositaron en Tersatto, hoy un barrio de Rijeka (Fiume, en italiano), en Croacia. Allí la descubrieron los leñadores del bosque, y avisaron al párroco, Alejandro Giorgiewic, a quien se le apareció la Virgen explicándole que aquellas tres paredes eran la de su hogar en Nazaret, y curándole del edema que padecía como prueba. Pese a todo, el sacerdote, junto con una delegación que ordenó, enterado de lo sucedido, el virrey Nicola Frangipani, se desplazó hasta Tierra Santa, donde comprobó que las tres paredes sobre las que se había construido la Basílica de la Anunciación ya no estaban.
La Santa Casa permaneció en la actual Croacia hasta la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294. Los ángeles la trasladaron hasta Posatora, cerca de Ancona.
Nueve meses después fue llevada a un lugar en un bosque que luego se denominó Banderuola porque los fieles situaron allí una bandera en lo alto de un árbol para que los peregrinos se orientasen de su ubicación.
Cuando en esa región empezó a actuar un grupo de bandidos, la Santa Casa fue trasladada por cuarta vez a Monte Prodo, a un terreno de los hermanos Rinaldi, quienes quisieron apropiársela para rentabilizar la afluencia de peregrinos.
Fue entonces cuando, en 1296, fue tomada por los ángeles y depositada en su ubicación actual, en lo que entones era una vía pública que iba desde Recanati (en las Marcas, en el centro-oeste de Italia) hasta su puerto. Una vía que, así entorpecido el paso, tuvo que ser modificada.
Una devoción secular
Las aprobaciones pontificias se sucedieron enseguida: Nicolás IV ya en 1292 y Bonifacio VIII en 1294. Y no han cesado hasta hoy. Primero, con la memoria litúrgica del milagro, que se festeja el 10 de diciembre. Siglos después, en 1920, cuando el vuelo entró a formar parte de la vida cotidiana de los hombres, Benedicto XV proclamó a Nuestra Señora de Loreto como Patrona de la Aviacion.
Y Juan Pablo II en 2005, Benedicto XVI en 2013 y Francisco en 2019 con el Año Lauretano se han referido al Santuario como la auténtica casa en la que nació y vivió la Virgen María y recibió el anuncio de la Encarnación.
Muchos peregrinos van cada año a visitar a la Santa Casa. A visitar el lugar donde la Sagrada Familia vivió y a recibir las gracias que Dios les quiere dar. Es una tradición rezar de rodillas el Santo Rosario alrededor de la Casa. Procesiones con velas del Santísimo Sacramento forman parte de las celebraciones en la Basílica de la Santa Casa de Loreto.
La imagen de Nuestra Señora de Loreto que se encuentra en el interior de la Casa,tiene una la túnica tradicional decorativa. El color oscuro de la imagen representa a la estatua original de madera, que con los siglos se oscureció con el hollín de las lámparas del aceite que se usaba en la capilla. En 1921 se destruyó la estatua original en un incendio, y otra similar fue colocada en el lugar.
Para más información sobre las pruebas del milagro de la Traslación de la Casa de Loreto:
Santuario de Loreto: la historicidad irrebatible de la traslación milagrosa de la Casa de la Virgen
La milagrosa Traslación de la Casa de Nazaret a Loreto, ¿está documentada o es una leyenda piadosa?
A 10 de diciembre además se celebra a
San Melquíades, papa.