San Gedeón, Juez de Israel. 1 y 26 de septiembre.

La historia de Gedeón la leemos en el Libro de los Jueces del Antiguo Testamento, capítulos 6 y 8. Era Gedeón de la tribu de Manasés, hijo de Joás y nació y vivió en Ophrá, una zona bajo el constante asedio de los madianitas.

En una ocasión, mientras Gedeón trabajaba con el trigo, el cual escondía en un lagar por la cercanía de los madianitas. Estando allí, se le apareció un ángel que le dijo "El Señor está contigo, héroe valiente". A esto Gedeón respondió desconcertado "Si el Señor está con nosotros, ¿por qué sufrimos todos estos desastres? ¿Dónde está Dios con las maravillas que nuestros antepasados nos cuentan? ¿No nos sacó el Señor de Egipto? Y ahora nos ha desamparado y nos ha entregado en mano de los madianitas". El ángel entonces le reveló que él había sido elegido para encabezar la lucha contra los de Madián. Gedeón entonces recuerda al ángel que él y su familia son pobres e insignificantes para tal empresa. Y el ángel, de parte de Dios, responde tranquilizándole que Dios estará con él en sus empresas. Entonces Gedeón hizo un sacrificio a Dios según el ángel le enseñó, y por orden de Dios derribó un altar a los ídolos y construyó un nuevo altar al Verdadero Dios. El pueblo se amotinó contra Gedeón, pero su padre le defendió diciéndoles: "¿Pelearéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que pelee por él, que muera esta mañana. Si él es un dios, que pelee por sí mismo con el que derribó su altar".

Cuando los madianitas y amalecitas formaron ejército, Gedeón pidió a Dios una prueba para estar seguro que este le guiaba: "Pondré un vellón de lana cabra aquí. Que esta noche sólo el vellón se moje con el rocío y se mantenga seca la tierra que lo rodea". Y así pasó. Y pidió Gedeón una nueva prueba: "Que hoy el vellón permanezca seco, y el resto a su alrededor mojado por el rocío". Y así pasó.

Al otro día se formó el ejército de Gedeón, de 32.000 hombres. Entonces Dios, para demostrar que no era la fuerza humana, sino la divina, la que daba la victoria a Gedeón, dijo a este que ordenara irse a todos los que temieran. Y se fueron 22.000. De los 10.000 restantes, hizo Dios que Gedeón separara a aquellos que no bebían el agua lamiendo directamente de las aguas como los perros. Y fueron 300. Con esos 300 Dios le dio la victoria a Gedeón, luego de llevarle al campamento de los madianitas y oír un sueño que había tenido uno: algo tan inocente como una hogaza de pan derribaba el campamento. Entonces Gedeón dividió en tres a sus 300 hombres, y con trompetas y ruidos de cántaros, sembró el miedo entre los madianitas, que salieron huyendo, encontrando la muerte, atacándose unos a otros. Gedeón luego hizo justicia matando a los reyes y príncipes de Madián. Luego los israelitas quisieron que fuera su gobernante, y él lo fue durante 40 años. Tuvo 70 hijos de sus muchas mujeres. A su muerte, sobre 1200 AC, fue sepultado en Ophrá.

A partir de San Bernardo (20 de agosto), el vellón que no se contamina con lo que le rodea pasará a ser símbolo de la Perpetua Virginidad de la Madre de Dios.


A 26 de septiembre además se celebra a
Santos Cipriano y Justina, mártires.
Santa Eugenia de Hohennburg, abadesa.