Santoral hoy: 18 de agosto. San Agapito de Præneste, niño mártir.
La leyenda, escrita 600 años de su muerte y por tanto sin valor histórico alguno, dice que Agapito fue un niño romano, hijo de padres nobles, de una familia cristiana desde mucho tiempo, y bautizada por el mismo San Pedro. Desde niño fue piadoso, austero y amable con todos. El emperador Aureliano comenzó una cruda persecución y muchos cristianos huyeron, pero Agapito fue detenido y, al no ocultar que era cristiano y negarse a sacrificar a los dioses, fue juzgado por el juez Antíoco, y condenado a suplicios hasta que apostatase de la fe. Atormentado con castigos, fue metido en una mazmorra, donde Dios le consoló y sanó sus llagas. Llevado ante el tribunal de nuevo, fue colgado cabeza abajo y le pusieron carbones encendidos muy cerca del rostro, a lo que el niño dijo "¿tan sólo sabes hacerme un poco de humo?". La gente, al ver su entereza gritaba "Creemos en el Dios de Agapito", y querían ser también cristianos y mártires.
Ante esto fue dejado colgado para que las fieras lo devoraran, pero un ángel bajó del cielo para desatarlo y curar sus heridas. Al ver esto, el soldado Anastasio (17 de agosto) se convierte y proclama su fe, por lo que es encadenado y decapitado. No contento con tan portento, el juez ordena que Agapito sea tendido en el potro y le echen agua caliente en el vientre, al hacerlo Agapito ríe y dice: "Qué hacéis, les han dicho agua hirviendo, y ésta es muy agradable". Al no conseguir su apostasía, fue arrojado a las fieras, pero estas no solo no le hacen daño, sino que le lamen los pies. Ante esto y el miedo a la gente, que clama al Dios cristiano, el emperador ordena que sea trasladado a Præneste desde Roma y allí le atravesaron el pecho con una espada; consumando así, por fin, su inmolación.
Además de lo fantasioso de los milagros, martirios y demás, ya es bastante increíble que sea trasladado de Roma a otra ciudad solo para matarle. Las actas intentan darle prestigio a un mártir local, poniéndolo nacido en Roma y de una familia convertida por San Pedro, sólo eso; pero su existencia está demostrada por las antiguas referencias a su martirio. Los Sacramentarios Gregoriano y Gelasiano, y los martirologios pseudojerominiano, y romano, todos los cuales marcan su martirio a 18 de agosto de 274. La Basílica que custodiaba gran parte de sus reliquias fue construida por San Constantino (21 de mayo) al ser halladas por un milagro. De esta basílica solo quedan ruinas hoy y fueron descubiertas en unas excavaciones en 1864. Estas reliquias fueron trasladadas a Palestrina posiblemente en el siglo V, porque el papa San Félix III (1 de marzo) dedicó a su nombre una iglesia en esta ciudad. Posteriormente, en fecha incierta, se trasladaron a la catedral y desde aquí, una parte fue trasladada a Tongrineve, Bélgica, país donde se le tuvo y aún queda, devoción. Hay otra referencia confusa, puesto que en el 445 el obispo de Besançon peregrinó a Roma y regresó a su casa con la cabeza del santo mártir trajo a casa y le dedicó un altar en la iglesia de San Pedro de Besançon, desde donde serían trasladada a la iglesia de San Juan, en la misma ciudad (tal vez sea una cabeza falsa). Y también se documentan reliquias suyas en Bolonia, en el siglo IX y también en Kremsmünster, Austria.
Es patrón de la ciudad de Palestrina, la antigua Præneste. En Tongrineve acuden las madres con sus niños enfermos para pedir por ellos. Es protector contra los cólicos abdominales (por lo del agua caliente en la panza). Se le representa suspendido sobre una hoguera con la cabeza hacia abajo, con uno o más leones con carbones encendidos, con una palma y corona.
Fuentes:
-"Vidas de los Santos. Tomo IX. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Agosto. P. Jean CROISSET . S.J. Barcelona, 1856.
A 18 de agosto además se celebra a
Beato Manés de Guzmán, presbítero dominico.
Beata Hortolana de Asís, viuda y religiosa.