San Odo de Canterbury, obispo. 4 de julio, 7 y 12 de febrero, y 2 de junio (martirologio anglicano).
Odo nació en Dinamarca, y su padre fue un jefe de tribu que participó en las numerosas invasiones danesas a Anglia en el siglo IX. Cuando Odo conoció la religión cristiana en los territorios británicos, enseguida se convirtió y se bautizó, por lo que su padre le echó de casa y le desheredó. Odo huyó a la casa de Athulf, un noble protegido del rey Alfred I "el Grande". Allí comenzó sus estudios, alcanzando grandes conocimientos en lenguas latina y griega, teología y filosofía. Una tradición dice que al ser bautizado, sintió la vocación monástica y tomó el hábito, además que las órdenes menores, hasta el subdiaconado. Además, habría sido ordenado presbítero por el papa Adriano II, en un viaje que Athulf hizo a Roma. Pero nuestro santo sería muy joven como para ello cuando este viaje tuvo lugar, además, consta en otras biografías que antes de ser monje y presbítero fue soldado y amigo de Eduardo “el Viejo”, que no sería rey hasta 899, por lo que su ordenación hay que situarla más tarde, ya entrado el siglo X. Ya ordenado presbítero, algunas tradiciones le ponen como colaborador del arzobispo de Canterbury, San Ethelwold (1 y 12 de agosto), junto a San Dunstan (19 de mayo).
Fue Odo, como dije, amigo de Eduardo, de su hijo, el rey Ethelweard, que solo reinó 16 días, siendo asesinado por su hermano Athelstan. Este último también fue amigo de nuestro santo, al que nombró obispo de Wilton y Ramsbury, y llevó consigo a la batalla de Brunanburgh en 937, contra Constantino de Escocia. La leyenda cuenta que, estando en una pelea cuerpo a cuerpo, la espada de Athelstan se partió a la mitad y voló por los aires, quedando en desventaja. En ese momento Odo estaba en oración por el rey, y por un impulso se fue al campo de batalla. Viendo a Athelstan desarmado, le gritó "¡Señor, qué estás haciendo, por qué estás aturdido, la espada está en tu costado!" Y cuando Athelstan miró a su cinturón, allí estaba la espada, envainada y más filosa aún. El rey desenvainó la espada y con más brío cargó contra los invasores, y los anglos vencieron. La espada fue puesta luego en un relicario.
En 941 el rey Athelstan premió a Odo por sus servicios, dándole el primado de Inglaterra, la sede de Canterbury, luego de la muerte del arzobispo Wulfhelm. El 12 de octubre de 948 trasladó las reliquias de San Wilfrith de York (24 de abril y 12 de octubre), y en 960 trasladó una porción de las reliquias de San Ouen (24 de agosto) a Canterbury. Además, levantó de nuevo la catedral de Canterbury, destruida por las invasiones danesas. Fue Odo un prelado observante y amante de la disciplina y la rectitud. Promovió la vida monástica y su reforma y como sus predecesores, intentó sustituir los canónigos catedralicios, que en ocasiones ni presbíteros eran y solo heredaban los títulos, por monjes, verdaderos consagrados a Dios.
En 955 el príncipe Edwy "el Bello", hijo de San Edmundo I (26 de mayo), subió al trono con 15 años. Su matrimonio se había concertado con la princesa Aethelgifu de Irlanda, pero San Dunstan, a la sazón abad de Glastonbury, y Odo, se opusieron, aduciendo a que la consanguinidad (eran primos hermanos) era un obstáculo insalvable. Ambos, novia y novio se enfurecieron y Edwy confiscó la abadía de Glastonbury, desterrando a Dunstan, y presionando a Odo para que se pusiera de su parte, confiscando y saqueando abadías, pero Odo resistió su tiranía y además, en 958 anuló el matrimonio, para que no hubiera dudas de su posición. Una calumniosa leyenda dice que Odo hirió en el rostro a Aethelgifu, la cual huyó a su tierra para curarse. Cuando volvió a ser bella volvió a Anglia, pero los espías de Odo la retuvieron en Gloucester, donde la torturaron y expiró a los pocos días. Pero es una leyenda tardía, nacida en la Irlanda del siglo XIX, como anécdota de la "maldad inglesa". Ciertamente, Edwy y su mujer fueron asesinados en una revuelta en 958 .
Luego de este período, Eduardo "el Pacífico", segundo hijo de San Edmundo, subió al trono. Eduardo hizo la paz con ambos prelados y además, la paz con Dios: siendo joven Eduardo había seducido a la Beata Wulfrida (9 de septiembre), abadesa de Wilton, y con ella había tenido una hija ilegítima: Santa Edith (16 de septiembre). Este mismo rey nombró a Dunstan obispo de Worcester, siendo consagrado por Odo. Una tradición dice que en la ceremonia de consagración Odo dijo "obispo de Canterbury" en lugar de "obispo de Worcester". Cuando le señalaron el error, nuestro santo dijo: "Sé muy bien lo que Dios ha dicho a través de mí. Mientras que yo viva, él será obispo de Worcester, pero después de mi muerte subirá a la sede de Canterbury y dirigirá la Iglesia de toda Inglaterra".
Y así mismo fue, cuando Odo murió, el 2 de junio (29 de mayo según otros) de 958, Dunstan le sucedió en el arzobispado. Su primera "vita" se escribió a finales del siglo XI, y sus reliquias se veneran en la catedral de Canterbury. No hay que confundirle con su homónimo, el abad San Odo de Canterbury (20 de enero).
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 4 de julio además se celebra a
Santa Bertha de Blangy, reclusa.
San Calais de Anille, abad.