San Eugenio I, papa. 2 de junio.
Eugenio nació en Roma, y se cree fue hijo de un presbítero de confianza de los papas. En 653, luego que el papa San Martín I (13 de abril) condenara la herejía monotelita (propagaba que la voluntad humana de Cristo era en todo absorbida por la voluntad divina, quedando anulada la primera) en el Concilio de Letrán de 649, fue desterrado y apresado por el emperador Constancio II, creyente del monotelismo. Quedó la sede romana vacante un tiempo hasta que el mismo emperador logró fuera elegido su candidato, nuestro Eugenio. Aunque el legítimo papa vivía, San Martín dio su asentimiento a la elección para evitar cisma. Pensaba el emperador que Eugenio le seguiría la corriente, pero el santo sucesor de Pedro fue igualmente combativo con la herejía. El clero romano, por si acaso, le hizo responder con la verdad católica al emperador.
Eugenio recibió a San Wilfrith de York (24 de abril y 12 de octubre, traslación de las reliquias) cuando hizo su primera visita a Roma y luego formarse para ser el gran apóstol que fue. Fue también un papa preocupado por los pobres y enfermos de Roma. Murió en 657, muy pronto para que el emperador tomara represalias contra él y su defensa de la fe católica.
A 2 de junio además se celebra a
Santa Blandina y los mártires de Lyon.
San Sadoc, dominico, y compañeros mártires.