San Jorand de Bretaña, ermitaño. 28 de mayo.
Nació en el siglo V y varias leyendas se cuentan de él. La más conocida y que aparece en su iconografía en ocasiones, cuenta que siendo niño, unos soldados Brélidy robaron la única vaca que tenía la familia, y se la comieron. El niño Jorand fue adonde los soldados, pidió la piel y los huesos, y delante de todos, resucitó al animal y se lo llevó a su pobre madre. Aún era casi un niño cuando oyó predicar a un presbítero y quiso ser apóstol de Jesús. Luego de la muerte de su madre, se hizo ermitaño en una capilla dedicada a la Santísima Trinidad en Plouec, pero los habitantes de la ciudad no lo quisieron allí, así que entró a un monasterio donde tomó el hábito monástico, aprendió la Escritura, teología y a cantar. Comenzó a predicar por la región, con gran resultado, por sus buenos ejemplos y sus milagros. Entonces sí que lo quisieron entre ellos los de Plouec. Regresó el santo a la ermita, donde fundó un monasterio.
Falleció Jorand sobre el año 500 y fue sepultado en su ermita. Se cuenta que en 1330, habiendo llegado a Plouec unos legados papales para informarse de la vida de San Ivo de Hélory (19 y 22 de mayo; 27 de octubre, traslación de las reliquias), al pasar por la iglesia, los caballos de los prelados se detuvieron paralizados. Sorprendidos todos, les contaron a los legados que allí se veneraba a Jorand, y luego que los presbíteros veneraron las reliquias del santo y redactaron algunas notas, los caballos volvieron a la normalidad y pudieron seguir camino. Su culto permanece y su sepulcro es venerado, especialmente el Domingo de Trinidad, cuando se procesiona con su relicario y se bendicen las vacas y ovejas. Es abogado de los ganados.
Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-http://paroisse-pontriux.catholique.fr/sip.php?article80
A 28 de mayo además se celebra a
San Andrés de Constantinopla, "loco por Cristo".
San Teódulo de Edesa, estilita.