Santa Rolendis, virgen. 13 de mayo, Domingo y Lunes de Pentecostés.
La leyenda de Rolendis dice que era hija del rey Dederik de los lombardos. La "vita" más antigua que se conserva fue escrita antes de 1487 y cuenta que era una princesa de gran belleza y cualidades. Sus padres fueron enviados al destierro al norte de la Galia, después de perder una batalla contra San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias) en Pavía. La familia se refugió en el monasterio de Corbie, bajo la protección del abad San Adalhard (2 de enero). Dederik, para mejorar su situación concertó el matrimonio de Rolendis con Ogër, príncile de Brabante y Hainaut y persona de confianza del emperador Carlomagno. Ante esta situación Rolendis respondió huyendo, pretendiendo refugiarse en el monasterio de "Santa Ursula y las 11000 vírgenes" en Colonia, pero nunca llegó. Después de un largo y agotador viaje fue recibida en el castillo de Villers-Poterie, donde murió de cansancio en 774. En la pequeña capilla en el castillo, aún se puede ver grabado en la pared: "hic obit Beata Virgo Rolendia" ("aquí murió la virgen Rolendis"). Es abogada contra la muerte súbita, la parálisis y el reuma.
En 1100 hubo una terrible plaga que causó muchas muertes. El clero, autoridades y pueblo pusieron su confianza en Rolendis y se reunieron alrededor de su tumba, implorando les librara de la plaga, lo que se consiguió haciendo un voto de procesionar con sus reliquias por las fronteras de la parroquia. El cuerpo de Santa Rolendis se trasladó con gran pompa en 1103 a la iglesia de Gerpinnes, al lado derecho del altar. Enseguida comenzaron los milagros, entre ellos, el más famoso, el de la emanación de óleo de sus reliquias, con propiedades curativas para el cuerpo y el alma. En 1599 las reliquias se pasaron a un bellísimo relicario de plata dorada, que es el que se procesiona hoy. Actualmente aún se celebra dicha procesión que abarca 35 kilómetros y que parte el Domingo de Pentecostés para terminar el lunes. En Hanzinne, ciudad intermedia, se encuentra con las reliquias de San Ogër, el novio frustrado, cuyas reliquias, según los asistentes, se oyen saltar de alegría dentro de la urna al producirse el encuentro. En el siguiente vídeo podéis ver algunos aspectos de la tradición y un reconocimiento de las reliquias.
Curiosamente, como el monasterio donde pretendía recluirse está dedicado a Santa Úrsula, en ocasiones algunos han dicho que fue una de las compañeras de Santa Úrsula, que se habría quedado en el camino y no fue mártir, al estilo de Santa Aurelia de Strasburgo (15 de octubre).
A 13 de mayo además a
Santa Gliceria, virgen y mártir.
San Juan Silenciario, abad y obispo.