Todos los Santos Abades de Cluny. 11 de mayo.
En este día celebraba, o celebra, la Orden Cluniacense a "Todos los Abades de Cluny". Está claro que seguramente tendrán muchos santos abades en la Orden, a lo largo de tantos siglos, pero sin embargo, la mirada se fija hoy en aquellos primeros abades que fundaron, aumentaron y llevaron a su máximo esplendor la reforma cluniacense, importantísima para la reforma de la Iglesia. Tanto que hoy tendríamos otra Iglesia de no ser por la renovación espiritual llevada a cabo por los monjes de Cluny, bajo la Regla de San Benito. Esplendor y dignidad del culto, destierro del concubinato y estimación eclesial por el celibato sacerdotal, impulso al arte sacro, a la evangelización, a la reforma moral del pueblo. Todo eso debemos a Cluny los católicos actuales. Por ello, bienvenida sea esta memoria de sus santos abades, que son:
San Berno. 13 de enero.
Fue el fundador y primer abad de la abadía de Cluny, y logró un monasterio exento de ataduras con el mundo, como era frecuente para muchos monasterios, cuyos fundadores laicos sometían a gravámenes y chantajes a los monjes, como tener que nombrar abades dentro del marco familiar. Impuso la Regla de San Benito, expandiéndola por otros monasterios.
San Odón. 18 de noviembre.
Era abad de Aurillac, donde había llevado una intensa labor cultural. En 927 fue nombrado abad del naciente Cluny, donde fundó la que luego sería su espectacular biblioteca. Bajo su mandato se abre una escuela para formar a los seglares y el monasterio gana el privilegio de acuñar moneda. Fue el gran impulsor de la reforma cluniacense, que llevó a muchos sitios de Europa, incluso a los dos santos lugares benedictinos: Subiaco y Monte Cassino. Fue consejero de los papas León VII y Esteban VIII.
Beato Aymard. 5 de octubre.
Fue elegido por San Odón para sucederle, pero poco pudo hacer, pues quedaría ciego en 948. Se hizo ayudar del que sería su sucesor, San Mayolo.
San Mayolo. 29 de abril.
Fue un monje hábil para la administración, y fue quien dotó a Cluny de organización jurídica casi perfecta. Sirvió de diplomático y puso paz entre reyes cristianos más de una vez. En 973 rechazó el trono de San Pedro. San Mayolo, proveniente de una rica e importante familia de señores de Válenosle, Mayolo utiliza toda la experiencia adquirida para gestionar y administrar la gran pujanza de Cluny, fue llamado el Árbitro de los Reyes por sus relaciones con la aristocracia. Murió en 994 y fue canonizado al poco tiempo.
San Odilón. 1 de enero.
Fue abad de Cluny durante 55 años, que no es poco, por lo cual se le considera casi como el fundador, pues su hacer configuró la obra cluniacense. En su época se establece “la tregua de Dios”, para poner paz entre los señores feudales. Odilón prefiere pequeños y muchos monasterios a grandes recintos, donde es más difícil conservar la pureza de la Regla. Se le atribuye el inicio del culto a las ánimas del purgatorio, siendo ciertamente que es la reforma cluniacense la que inicia con las “misas de difuntos” y extiende la celebración de la Eucaristía a todos los días de la semana. Anteriormente solo era los domingos y en las fiestas.
San Hugo. 29 de abril.
Fue uno de los abades más importantes de su momento, de Cluny y de toda la Iglesia Romana. Acepta la integración de otras abadías a la Orden cluniacense. Funda en España e Inglaterra, y se llega a la cifra de más de 10000 monjes. Fue un gran defensor del papa San Gregorio VII (25 de mayo) en la querella por las investiduras, frente al emperador. Por ello Calixto II le canonizó y le llamó "el Grande".
Beato Pedro el Venerable. 25 de diciembre.
Fue abad luego del abad Hugo II, que casi ni goberno y a su vez habia sucedido al abad Poncio, el cual no se halla entre los santos venerados hoy, y que sería depuesto por el papa, debido a su mala gestión como abad. Pedro entró a la Orden siendo un niño, como donado. Y eran tantas sus virtudes que a los 20 años ya era prior del monasterio de Vézelay, y los 30 ya fue elegido Abad General de Cluny. Fue defensor de la reforma constante frente a la decadencia que ya apuntaba, al ser tantos monjes y monasterios. De hecho se enfrentó a San Bernardo (20 de agosto), cuando este denunció la "caída" de Cluny mientras pujaba por emponderar la reforma del Císter. Su acción reformadora, conciliadora y de amor por la Iglesia quedó plasmada en los Concilios de Pisa y Reims. Defendió al teólogo Pedro Abelardo cuando fue condenado por sus doctrinas sobre la Trinidad, y además, le reconcilió con San Bernardo. También fue impulsor de la lucha contra el Islam, al que llama "herejía cristiana", llamando a denunciar el mal y a defender la fe cristiana. Sin embargo, al mismo tiempo propagó estudios sobre los musulmanes, para entender su fe y sus orígenes.
Fuente:
http://www.monasteriosantacruz.com
A 11 de mayo ademas se celebra a
Santa Eustelle, virgen.