San Arnik de Averbodes, ermitaño premonstratense. 17 de marzo.
Su "vita" fue escrita por el premonstratense Nicolás Hooghlant, en el siglo XVII, por lo que es bastante tardía, y la escribió con la total certeza de que copiaba relatos fidedignos, sin embargo, esta historia es solo una ficción creada en el siglo XIV por el abad premonstratense Vaes de Averbode, basándose en relatos populares medievales moralizantes, y mezclándolo con personas reales. Como si alguien recreara una versión "santa" de la Caperucita Roja, para entendernos.
Según la "vita", Arnik habría sido hijo de Arnold I de Diest y mujer Imena, a la que se le llama beata. Desde niño fue amigo de Cristo (aquí está el origen de todo: "Arnik" es una corrupción de "amicus", o sea "amigo"), por lo que era muy piadoso, amante de la lectura, la oración y de ayudar a otros niños pobres. Muy joven se fue a Tierra Santa con su amigo el Beato Bartolomé de Tienen (24 de agosto). Allí visitaron los Santos Lugares y luego se enrolaron como cruzados. A su regreso, Arnik tomó el hábito premonstratense en Averbode de manos del abad Steppo. Su amigo Bartolomé le pidió consejo sobre si quedarse en el mundo o hacerse religioso. Es noche Arnik tuvo un sueño en el que vio salir tres ramas del vientre de Bartolomé, y como por las ramas se paseaban monjas y monjes. Cuando Bartolomé volvió, le dijo que debía casarse, pues sería padre de infinidad de religiosos y religiosas. Y es que, efectivamente, la leyenda le hace ser el mismo personaje que el padre de la Beata Beatriz de Nazaret (29 de agosto), la Beata Sibila de Aywières (9 de octubre) y otros beatos cistercienses. Y él mismo sería un seglar fundador de monasterios.
Arnik, con 21 años, se construyó una ermita en el bosque frente a la abadía donde practica rigurosos ayunos y penitencia, y largas horas de oración. Tenía mucha devoción a una imagen de Cristo atado a la columna, a la que dirigía todas sus plegarias. Un día apareció por la ermita un venerable religioso que le aconsejó debía moderar sus penitencias, Arnik le hizo caso y moderó su rigurosa vida ascética y dejó de hacer tanta oración. Pero un día que visitaba la abadía, una imagen de la Santísima Virgen se animó y le reveló que aquel era el diablo, que le había tentado y él había caído, por lo que debía regresar a su retiro y vivir fervorosamente. Inmediatamente, Arnik volvió a su ermita y redobló toda su vida ascética, siendo más penitente y fervoroso que antes.
Arnik realizó muchos milagros, como detener un incendio que amenazaba su bosque. Resucitó al señor local, Otto Malbergen, cuando le llevaban a enterrar. Y es que aún debía purgar sus pecados pasados y futuros, profetizó el santo. Y en breve se vio: perseguía Otto a su hermano Adelbert para darle muerte, cuando cerca de Averbode, le alcanzó y levantó el brazo para acuchillarle, pero en ese instante el brazo quedó rígido, y así estuvo hasta que llegó Arnik. Otto se arrepintió de lo que iba a hacer, pidió perdón a su hermano y quedó libre de la parálisis. Luego abandonó el mundo y tomó el hábito premonstratense. Pero su milagro más conocido y que ha pasado a su iconografía es otro: una pobre mujer fue al bosque a recoger bayas, pero antes puso a su bebé bajo un árbol, de donde lo agarró una loba y se lo llevó. Arnik vio el hecho y con la señal de la cruz, hizo que la loba regresara y sin más, dejara el niño donde estaba. El infante solo llevó como marca toda su vida una cicatriz en el hombro.
Según su leyenda, Arnik habría fallecido el 17 de marzo de 1208 y enterrado en la abadía de Averbode, donde hubo algún culto por parte de los premonstratenses, pero fue poco en realidad.
Fuente:
-"Meditaciones para los Domingos y Fiestas Sagradas". R.P JOAHNNES LUDOLFUS VAN CRAYWINCKEL. Bruselas, 1778.
A 17 de marzo además se celebra a
Santa Gertrudis de Nivelles, abadesa.
Beato Juan Nepomuceno Zegrí, presbítero fundador.