San Zacarías, papa. 3, 15 y 22 de marzo.

Fue Zacarías, griego de nacimiento, y su padre, llamado Policronio, le educó en las ciencias y la religión. Fue ordenado presbítero por San Gregorio II (11 de febrero) y fue muy cercano a este papa y a San Gregorio III (28 de noviembre). En 741, luego de la muerte de este, se encontraba la Iglesia en una delicada situación: dado el apoyo del papa anterior a Spoleto frente a los lombardos, estos saquearon Roma y la basílica de San Pedro, y la ciudad estaba tomada por las tropas de Carlos Martel, al servicio del papa. El clero romano eligió a Zacarías por su vida recta, su erudición y su buen hacer al servicio de la Iglesia. Su primera acción fue hacer la paz con Luitprand, rey de los lombardos, al que envió misivas de paz. Ambos se encontraron en Terni, y Luitprand liberó a los prisioneros, dejó las ciudades tomadas y prometió lealtad al papa por el bien y la paz de todos. Igualmente Zacarías confirmó esta paz con sus sucesores, con alegría de los romanos y lombardos. También alivió la tensión con el emperador Constantino Coprónimo, muy violento con el asunto del culto a las imágenes, un asunto heredado de su antecesor.

También se preocupó el papa por los asuntos internos de la Iglesia. Reformó costumbres del clero, restauró iglesias, organizó la caridad a los pobres, compró la libertad de muchos esclavos, y se preocupó de la revisión de los libros litúrgicos. Alentó las misiones, especialmente a San Bonifacio (5 de junio), a quien dio poderes especiales para su misión en Alemania. Donó las reliquias de San Arsacio de Milán (12 de noviembre, 18 de mayo; y 17 de junio, traslación de las reliquias) a los canónigos regulares de Ilmmünster, Alemania. Restauró la iglesia romana de San Eusebio (14 de agosto). Cuando en 743 el concilio de Soissons elevó la diócesis de Reims a arquidiócesis, la palabra de Zacarías fue escuchada al elegir a San Abel (5 de agosto) como arzobispo, sucediendo a San Rigoberto (4 de enero y 17 de junio).

Por medio de San Burchard de Wurtzburg (2 de febrero y 14 de octubre) Zacarías escribió a Pipino que no debía rechazar la oportunidad de ser coronado rey de los francos, y para ello le daba su bendición, aunque lo hizo muy cautelosamente, sin decir claramente que Childerico III debía ser depuesto, sino simplemente escribió que "quien ostentase el poder debería ser el rey". La causa de este apoyo está en que, aunque había paz con los lombardos, el papa deseaba tener un protector más fuerte, y podía ser el rey franco. Y de hecho Pipino fue coronado rey de los francos el 1 de mayo de 752. Pero Zacarías no llegó a ver dicha coronación porque había fallecido el 3 de marzo anterior. Fue sepultado el día 15 del mismo mes. Fue sepultado en la basílica de San Pedro, aunque su primitiva tumba fue demolida para hacer la actual basílica, donde se veneran sus reliquias.

Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.

A 15 de marzo además se celebra a Santa Lucrecia de Córdoba, mártir.