San Nemesio, mártir. 19 de diciembre.
Vivía Nemesio en Alejandría, Egipto, en tiempos del emperador Decio, y tenía el oficio de pastor. Al desatarse la persecución, junto a otros cristianos huyó a los desiertos. Su caridad se desbordó con los que buscaban refugio y les proporcionaba alimentos, cuevas para cobijarse y les escondía cuando se acercaban algún que otro soldado.
Pero ocurrió que un día fue hallado por una partida de arqueros, que le tomó por uno de los numerosos asaltadores de caminos que pululaban por los alrededores de las ciudades. Fue llevado ante el Centurión, pero Nemesio, prefiriendo ser ajusticiado por cristiano, antes que ser tenido por un bandido, confesó su fe diciendo: “Los que servimos al Señor ni somos ladrones, ni lo podemos ser, porque nuestro Amo es tan liberal y dadivoso que calma nuestro deseo, pues no sólo da bienes para vivir, sino delicias para saciarnos. No contento con dar a los que le sirven todo lo necesario, se da generoso y amante hasta Él mismo. Soy cristiano, y por esta causa no puedo ni debo ser enemigo de mi prójimo; esto es, ladrón, injusto nombre con que ofendéis mi inocencia”.
El Centurión, sorprendido ante tal confesión de fe, le dijo: “Esto cambia la causa de tu acusación, y pues eres cristiano, que es lo mismo que ser enemigo de los emperadores, probarás tu verdad sufriendo los tormentos, que están determinados para ti y para los de tu fe”. Y mandó que le cargaran de grilletes y lo llevaran a la presencia de Sabino, Gobernador de Alejandría, no como asesino y bandolero, sino como cristiano. Luego de un pesaroso camino encadenado y caminando tras la guardia, que no socorría sus penas y necesidades, Nemesio llegó a la ciudad y acto seguido fue llevado ante el Gobernador. Este le dijo: “Para librarte de la calumnia de ladrón y restituirte libre a tu casa deja el nombre y religión de cristiano, y serás dichoso por muy poco”. El Santo le replicó que nada quería sin Cristo, ni aún el cielo, si este fuera sin la presencia del Señor, a quien se ofrecía como víctima voluntaria.
Viendo el Gobernador constante el espíritu de San Nemesio, mandón le atormentaran diversos modos. Fue flagelado, extendido en el potro y descoyuntados sus miembros. Ni aún así renegaba de Jesús, el santo pastor, por lo cual, mandó el Gobernador le quemasen a fuego lento entre algunos de los ladrones también apresados, hasta que expirase o apostatase. Así alcanzó Nemesio la gloria definitiva, el 19 de diciembre de 250.
Fuentes:
-"Diario Noticioso". Número 15. Diciembre 1758.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Diciembre. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1863.
-"Compendio del Año Cristiano u ocupación diaria". Madrid, 1802.
A 19 de diciembre además se celebra a Santa Samthann de Clonbroney, abadesa.