San Alour (Alor o Alar) de Quimper, obispo. 26 de octubre.
Fue el tercer obispo de Quimper, sucediendo a San Conogan (15 de octubre) y a San Corentin (12 de diciembre). No se conoce mucho de él, pero ciertamente ha quedado consignado que en 440 fue el artífice de la paz entre los bretones y los romanos, enfrentados desde mucho tiempo por la conquista del país. También consta su nombre en el Concilio de Vannes de 465. También aparece como fundador de la iglesia de Tréméoc, aunque esto se mueve entra la tradición y la leyenda: San Enéour (4 de mayo) ofeció al santo toda la tierra que su caballo cojo pudiera andar en una noche. El santo sanó milagrosamente al caballo y obtuvo una gran extensión de terrenos para la parroquia.
Esta leyenda del caballo lleva a confundirle en ocasiones con otro San Alar, un eremita bretón abogado contra las enfermedades equinas y del que se cuentan leyendas relacionadas con los caballos. Falleció el santo obispo sobre 465. Varios sitios de Bretaña le tienen como patrón, especialmente ante las enfermedades de los equinos. En Quimper el último domingo de octubre se celebraba una procesión en la que se bendecía a los caballos.
A 26 de octubre además se celebra a San Eata de Hexham, obispo.