Beato Rolando de Parma, eremita. 15 de septiembre.
Fue un joven ermitaño, de la noble familia de los Médici italianos. Vivió toda su vida en soledad y fue conocido en 1386, cuando la marquesa Antonia Pallavicini, que iba un día de caza por el bosque, lo encontró ya muy anciano y parecía más bien un cadáver, por tantas penitencias y austeridades en las que había vivido. El santo le contó que llevaba allí unos 25 años, vestido sólo con una túnica de piel de cabra, y alimentándose de las hierbas y frutos del campo. Le contó que permanecía varias horas inmóvil sobre un solo pie, con los brazos abiertos al cielo y mirando al sol, por mortificación (así se le representa muchas veces).
La marquesa, conmovida, intentó llevárselo a su castillo, a lo que Rolando se negó, pero aceptó recibir ateción espiritual del confesor de la marquesa. Sobre una camilla fue llevado a la iglesia más cercana, donde le atendió el sacerdote durante un mes. Allí, tendido sobre una estera humilde, continuó diciendo que había vivido toda su vida en silencio, oración y ayunos y que había huido de la compañía humana para no pecar. Contó que Dios le había regalado con éxtasis y visiones celestiales. Allí murió, declarando que veía a San Miguel Arcángel, con muchos ángeles, que venía a buscarle para llevarlo al paraíso.
Fuente:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Septiembre. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1863.
A 15 de septiembre además se celebra
Nuestra Señora de los Dolores.
Santo Domingo "in Soriano".