Beata Ingrid de Skänninge, viuda dominica. 2 de septiembre.
Vida terrena, casada y religiosa.
No se conoce mucho sobre los primeros años de Ingrid, salvo que nació en Suecia, sobre 1220, y su padre era un prominente hombre llamado Elof, de la noble familia Elofssönernas. Su sobrina Cristina fue la primera mujer de Birger Persson, el padre (en segundo matrimonio) de la gran Santa Brígida de Suecia (23 de julio y 7 de octubre) y aunque no fueron familia carnal, los historiadores apuntan a la influencia espiritual de Ingrid en Brígida. Es la época del afianzamiento de la cultura cristiana en Suecia, convertida totalmente tardíamente, en el siglo XI. Muy joven se casó con un noble llamado Siger y no tuvo hijos. Enviudó en 1271 y dedicó su fortuna al sostenimiento y expansión de la Iglesia sueca fundando monasterios, iglesias, escuelas y hospitales. A la par, se rodeó de un núcleo de mujeres piadosas que se adentraban en la oración, la lectura espiritual y el ascetismo bajo la influencia dominicana.
En 1272 con dichas mujeres funda en Skänninge un beaterio dominico, tomando el hábito de la Orden y viviendo bajo una regla común. Ingrid fue elegida "priora" del grupo. Con algunas de las demás, emprendió una peregrinación a Santiago, Roma, Jerusalén, visitando los sepulcros de los mártires y empapándose de la historia y espiritualidad de diversos sitios y tiempos. En este viaje tuvo algunas revelaciones y gracias místicas. En 1281 logró el permiso de Martín IV para que su beaterio se transformase en monasterio dominicano, con clausura y con votos solemnes.
Vida eterna, culto y reliquias.
Falleció el 9 de septiembre de 1282 y pronto recibió culto en su sepulcro, obteniéndose numerosas gracias por su intercesión. En 1391, cuando Santa Brígida fue canonizada, Suecia pidió al papa Bonifacio IX que lo fuera Ingrid también, pero no prosperó la causa. Lo más que se logró fue una traslación de las reliquias que autorizó Alejandro VI y que se llevó a cabo el 2 de septiembre de 1507. Esta invención y traslación puede considerarse sin dudas una beatificación equivalente.
Después de 1527, llegada la herejía protestante, y hecha Suecia luterana a la fuerza, los luteranos expulsaron a las dominicas y destruyeron el monasterio, del que apenas quedan unas ruinas. Las reliquias de Ingrid fueron trasladadas a Vastedna, de donde se habían expulsado a las monjas brigidinas, donde estuvieron hasta el siglo XVII, cuando les ocurrió una rocambolesca historia: En 1645 el bailarín y coreógrafo oficial del reino sueco, católico, robó el cráneo de Ingrid, creyendo que se llevaba el de Santa Brígida. Tres años lo retuvo y luego lo entregó al embajador de Francia, Gaspard Coignet, que lo envió a la iglesia de Courson-les-Carreras, Borgoña. En 1959 se le donó a las brigidinas de Uden, que durante años lo han venerado como el cráneo de su santa fundadora.
Fuente:
-"Sanctity in the North: Saints, Lives, and Cults in Medieval Scandinavia". THOMAS A.DUBOIS (Editor). University of Toronto, 2008.
A 2 de septiembre además se celebra a San Brocardo, carmelita.