Beato Andresito de Rinn, niño mártir. 12 de julio y 21 de septiembre (traslación de las reliquias).
Andrés nació en Rinn, un pueblecito en el valle del Inn, Sonnenburg, el 16 de noviembre de 1459, de Simón y María, unos pobres campesinos tiroleses, muy piadosos. Cuando el niño tenía tres años Simon murió, y la viuda, para poder trabajar, envió al niño con su padrino, un próspero posadero, apellidado Mayer. La posada estaba en un camino muy transitado, por donde pasaban viajantes, comerciantes y gente de todo tipo. Entre los que más frecuentaban la posada había un grupo de judíos, que pusieron los ojos en el hermoso niño Andrés. El 12 de julio de 1462 estos ofrecieron una bolsa de monedas de oro a Mayer para que les vendiera el chico, a lo que él aceptó, por librarse de la carga que le suponía cuidar del niño.
Los judíos se llevaron a Andresito y no muy lejos del pueblo, le ataron, le extendieron sobre una roca y le abrieron las venas hasta desangrarle. Luego le abrieron en canal, le colgaron de un árbol y huyeron. A esa misma hora, su madre que estaba segando heno en Ambrass, al cortar una gavilla, de esta brotaron tres gotas de sangre, que alarmaron a la pobre mujer. Corrió María a casa de Mayer y pidió ver al niño, pero halló al posadero trastornado, pues había abierto la bolsa de monedas de oro y solo halló hojas amarillas de sauce. María continuó su búsqueda y halló al pequeño Andrés, como ya sabemos. El cadáver del niño fue descolgado y enterrado en el cementerio de Rinn, y a los pocos días un lirio floreció sobre su tumba.
Pero la realidad fue diferente. Hasta 1478, tres años del famoso caso de San Simón de Trento (24 de marzo), la historia de la venta y el sacrificio por parte de los judíos no entra en el caso de Andrés. Tan sonado fue el caso de Trento, que los de Rinn, tierra antisemita como tantas, se hicieron eco de ello, comenzando a circular la idea de si Andrés no habría sido asesinado igualmente por lo judíos en un sacrificio ritual. Mayer, que había enloquecido y terminó sus días atado en una lóbrega cárcel y perdidamente loco, no ayudaba a esclarecer nada. Pero aún así, en 1600 ya hallamos un culto establecido en torno a la tumba del pequeño "mártir" Andrés. Es este un caso atípico en los famosos casos de "libelo de sangre", porque no se condenó a nadie, ni los judíos de la zona fueron condenados o desterrados. Les cayó la mancha de la sospecha, pero siempre indicando que eran judíos de paso. Es evidente que esta atribución fue tardía y promovida por el caso Trento, una prueba es que en los procesos de Trento no se menciona para nada el caso de Rinn entre los "ejemplos" de los supuestos asesinatos rituales de los judíos. Y es que no fue considerado así en origen.
Culto y reliquias. Altibajos.
En 1620 se redacta la primera "vita et martirii" del niño Andrés, con algunas investigaciones del médico Hipólito Guarinoni, que exhumó el cuerpo de Andrés y contó más de 20 cortes de cuchillo, además de contabilizar numerosas fracturas en los huecesillos. Es él quien compara los "ritos" practicados a los niños Simón de Trento y Andrés de Rinn, añadiendo algunos de su propia cosecha. Los predicadores jesuitas Adriano Kembter y Benedicto Cavallesio, aportarían más "datos" y ampliarían la historia, que tuvo varias ediciones. En 1621 incluso se escribió una pieza dramática que era representada todos los años en el colegio jesuita de Haller.
En 1670 el culto ya era tan consistente que se erigió una capilla en honor del santo niño en el sitio del martirio, aún conocido como "Judenstein", adonde se trasladaron las reliquias el 21 de septiembre de 1671. En 1743 el cuerpo fue exhumado, vestido, y colocado visiblemente en una urna de cristal sobre la misma roca del martirio, localizada dentro de la iglesia. En 1755 el papa Benedicto XIV aprobó el culto que desde ya más de 200 años tenía el niño Andrés. Sin embargo, negó la canonización por "no constar certeza moral sobre el martirio". En 1866 los hermanos Grimm añaden la historia del niño Andrés en su recopilación de leyendas y cuentos alemanes, pero en pocos años cuando estas leyendas van dirigiéndose a un público más infantil, es quitada de la recopilación.
El culto se mantuvo sin problemas hasta 1953, cuando surgen las primeras dudas y voces que hablan contra semejante culto, sobre el que no hay pruebas de martirio por la fe. Ese mismo año el obispo de Innsbruck elimina la fiesta como obligatoria para la diócesis. En 1961 se retira de la iglesia el grupo escultórico sobre la roca "del martirio", colocando otro grupo de la Oración del Huerto. Ese mismo año San Juan XXIII (11 de octubre) manda suprimir todo vestigio del culto en la iglesia. Sin embargo, no es hasta 1985 que las reliquias son sacadas de la iglesia y enterradas en otro sitio.
Actualmente existe en el templo una lápida aclaratoria y en reparación por la ofensa a los judíos. Pero en 1987, varios católicos protestan por haberles sido suprimido el culto, que particularmente seguían tributando a su Beato Andrés. En 1994 se abolió oficialmente la peregrinación del domingo posterior al 12 de julio, se cubrió el fresco que representaba el martirio y la iglesia fue re-dedicada a la Visitación de la Santísima Virgen. En 2015 se reiteró la prohibición oficial de cualquier culto público, pero sin embargo, cada año el domingo posterior al 12 de julio, acuden en peregrinación cientos de devotos, y algunos sacerdotes, al sepulcro de Andrés, donde rezan oraciones y se encomiendan a su intercesión, con la esperanza de que algún día puedan volver a venerarle públicamente.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.
https://www.heiligenlexikon.de/Literatur/Bilder_Rinn.html
A 12 de julio además se celebra a
Santa María, Nuestra Señora de Lure.
San Lucio de Cavargna, mártir.