San Blas de Sebaste, obispo y mártir. 3, 11, 15 (Iglesia Oriental) y 22 de febrero (Iglesia Ortodoxa Griega).
Hay que decir de San Blas que, a pesar de ser tan venerado, no hay testimonios documentales confiables, solo leyendas y tradiciones. Unas dicen que Blas se retiró a la soledad, cansado de la carga del episcopado, y otras dicen que fue huyendo de la persecución del emperador Licinio y otras que de Diocleciano. Allí vivió en paz en su gruta con los animales salvajes, incluso sanó a algunos, como al león al que sacó una espina. Esta leyenda se dice también de San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo), que a su vez, es una leyenda de San Gerásimo (5 de marzo), originalmente copiada de Diógenes.
En una ocasión, los soldados fueron a los montes a cazar animales salvajes para el circo, pero no hallaron ninguno. Encontraron la cueva del santo, y allí estaban los animales, protegiéndose y protegiéndole, mientras Blas permanecía en oración. Los soldados pensaron que sería un mago poderoso, al verlo entre las mansas bestias, y fueron adonde el gobernador a decirle. Este supuso que sería cristiano y lo mandó apresar. En este tránsito entre la prisión y el martirio se narran las dos leyendas que han conformado el culto, los patronatos y la iconografía del santo:
El atragantamiento:
Cuando le llevaban a la ciudad, una mujer se acercó con un niño con una espina atragantada, y le pidio al santo lo salvase. Este le impuso las manos y el niño arrojó la espina. En la imagen, la talla que se venera en Viveiro, Lugo, donde el niño se agarra la garganta y hasta encoge el pie de dolor, pidiendo la ayuda del santo.
El cerdo y las velas:
Una pobre mujer llegó al santo a quejarse que un lobo le había robado su unico cerdo. El santo le dijo: "No te entristezcas. Recibirás de nuevo tu cerdo". En ese momento, el lobo apareció y devolvió al gorrino. Ya en prisión, esta buena mujer fue a la cárcel a visitar al santo y, habiendo matado su cerdo, le llevó la cabeza, las patas, pan y una vela para ilumnarse. Blas le dijo: "Debes hacer que en la iglesia que se me dedicará luego de mi martirio, cada año se hagan ofrendas de velas. Quien lo haga será bendecido". Así lo hizo la mujer y vivió rica y feliz.
Luego de estos y otros episodios legendarios, el santo fue torturado con las típicas torturas de las actas: ahogamiento fallido, estiramiento, rasgamiento con garfios de hierro, martirio que padecieron otros mártires, en el caso de San Blas, la iconografía se ha encargado de convertirlos en peines de cardar lana. Además, fue golpeado de un mazazo y, finalmente, decapitado en compañía de dos niños y siete mujeres. Y allá, en el monte, los animales lloraron y aullaron junto a la cueva abandonada.
Culto:
En realidad, más interesante que la "vida" es el culto e iconografía de San Blas. Iglesias y altares dedicados no le faltan en muchos países y ciudades. Reliquias, presumiblemente falsas, abundan en todo el mundo, aunque las más importantes están en Maratea desde el siglo VIII; otras en Croacia, y en Roma, donde con la tráquea se bendice a los devotos el día de su fiesta. Otras están en la abadía de San Blas de Seldenbüren desde el siglo X, adonde fueron llevadas por San Regibert (29 de diciembre). Otras reliquias hay en Rumbeke, Holanda, donde los cardadores celebraban peregrinaciones y mercado el 3 de febrero. Una urna en Agliate de Carate contiene trozos de huesos.
La festividad de San Blas era y es aún celebrada con solemnidades y devociones propias de cada sitio. En el siglo XIII, por ejemplo, en Oxford se marca como día festivo y se prohíbe el trabajo y se inicia la costumbre de encender hogueras en las colinas a partir de un cirio bendecido en su fiesta (la proximidad con el día de la Candelaria es vital, a la hora de relacionarlo con el fuego y las velas). En Bradford, cada cinco años se celebra, aún hoy, un festival y feria, el día de San Blas. En algunos lugares de la Europa eslava se bendicen las semillas que se sembrarán ese año. En España y América se usa el “cordón de San Blas”, que se bendice y se pone al cuello; y la bendición de las gargantas con las velas cruzadas. Esta se hace con dos cirios cruzados, apoyándolos en los hombros, mientras el sacerdote traza la señal de la cruz por en medio de las velas y dice: "Por la intercesión de San Blas que Dios te guarde de todas las enfermedades de garganta y todos los males. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén". Es muy curioso que muchas imágenes o estampas reproducen al santo realizando perfectamente este gesto litúrgico, sobre el niño atragantado o sobre el pueblo en general, siendo que es una devoción muy posterior al santo.
Patronatos:
San Blas es uno de los 14 Santos Auxiliares, y sus patronatos extensos, aunque la mayoría piense que se suscriben solo a la garganta. Es una muestra más de como los patronatos no son exclusivos ni excluyentes, como tantas veces he dicho ya en el blog. Dependen de las épocas, los sitios, las lenguas, la iconografía, las tradiciones, la devoción popular, ect. Una pequeña muestra de para cuantas cosas y profesiones, invocar al santo:
1. Ahogamientos y atragantamientos, sobre todo de niños. Cuando un niño se atraganta, se suele decir "San Blas, pásale por detrás", o "San Blas bendito, que se ahoga este angelito".
2. Todos los males de garganta y respiratorios, además, por las anginas de pecho, amigdalitis, dolor de muelas, tos ferina.
3. Enfermedades de la piel (por los desgarramientos de la piel), como ampollas, impétigos, dermatitis, quemaduras, úlceras, eczemas.
4. Dolores de cabeza (fue decapitado, y para este mal, se invoca generalmente a santos que hayan padecido este martirio).
5. Dolores de estómago, hinchazones, fiebres, picaduras de serpientes, las enfermedades del ganado, hidropesía.
6. Males de la vejiga, por asociación: la palabra "vejiga" se pronuncia "blase" en alemán.
7. Contra las enfermedades de los caballos, cerdos y en general, de toda clase de animales (es el San Antonio Abad de varios sitios, ya que se bendicen animales el 3 de febrero).
8. Médicos (hay tradiciones dicen que lo era, tal vez porque curaba animales)
9. Cardadores y comerciantes de lana, tejedores, sastres (por los peines de cardar identificados como instrumentos de martirio).
10. Sombrereros, zapateros, curtidores, carniceros también lo tienen por patrón (lo de las patas y cabeza del cerdo).
11. Yeseros, canteros, albañiles, carpinteros (por lo de la maza y el golpe en la cabeza).
Iconografía:
San Blas, siempre aparecerá como obispo, y sus atributos, además de los episcopales (mitra, báculo, capa, libro), son la palma, las velas cruzadas (o una sola) y el peine de cardar. También le son típicos el león y el cerdo (en algunas pinturas se recrean varios animales salvajes y pájaros), y menos frecuentes son la espada y el cuerno de caza (esto último en zonas alemanas). En pinturas y frescos, el milagro de la espina atravesada es uno de los más representados, por el extendido patronato sobre las gargantas. En Dubrovnik, ciudad que le es muy devota y de donde es patrón, sus imágenes suelen llevar la maqueta de la ciudad, pues dice la leyenda que Blas se apareció a un sacerdote para advertir de la pronta invasión de los venecianos sobre la ciudad.
Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los dias del año: Febrero. P JEAN CROISSET. S.I. Barcelona, 1851.