San Leodegario de Autun, obispo y mártir. 2 y 3 de octubre.
Nació Leodegario (Léger, Leodigar) sobre 616 y fue su madre Santa Sigrid de Soissons (4 de agosto) y su hermano fue San Warin de Arras (25 de agosto). Su familia pertenecía a la nobleza franca y por ello Leodegar fue enviado a la corte carolingia para ser educado. Allí estuvo dos años hasta que su tío Dido de Poitiers lo llevó junto a sí para educarle por si mismo en aras de que le sucediera en la sede de Poitiers. Para ello lo ordenó diácono en 636 y luego le hizo archidiácono de la diócesis. En 653 le nombró abad beneficiado de la abadía de St-Maixent-l'École, bajo la obediencia episcopal.
Aunque esta carrera eclesiástica estaba "predestinada" para él, nuestro santo no fue por eso un clérigo indolente y aprovechado de sus beneficios. Se tomó en serio su ministerio y fue un fiel administrador del rebaño. Como archidiácono fue muy caritativo con los pobres y como abad, fue celoso padre de sus monjes. Introdujo la regla y reforma benedictina en el monasterio, llevando a sus monjes a altas cotas de conocimiento y santidad.
En 657 Clodoveo II murió, quedando como regente su esposa, Santa Bathilde (30 de enero). Esta llevó a nuestro santo y a San Ouen de Rouen (24 de agosto) a la corte para tomarlos como consejeros. La misma reina haría que en 663 Leodegario fuera elegido obispo de Autun. Como prelado, Leodegario desplegó todas sus dotes y experiencias de mando: fue buen pastor, reformando monasterios, clamando justicia para el pobre, se preocupó por las obras públicas, como las murallas de la ciudad y emprendió la reconstrucción del viejo acueducto. Embelleció la catedral y construyó un hospital para los enfermos pobres, además de establecer un sitio para la caridad en la iglesia de San Nazario, en el cual debían alimentarse y vestirse al menos a 40 pobres y peregrinos al día. A esta obra legaría toda su fortuna, la heredada de sus padres y lo donado por la reina, al morir.
Todo iba bien para el santo, pero… en 673 murió Clotario III y sus hijos, Childerico II y Teodorico se enfrentaron entre sí por el dominio del reino franco. Leodegario apoyaba a Childerico, mientras que Ebroin, el poderoso mayordomo de palacio, apoyaba a Teodorico. Cuando Childerico comenzó a ganar terreno y adeptos, Teodorico fue capturado y encerrado en la abadía de St-Denis y Ebroin fue destinado a las celdas del monasterio de Luxeuil. En estas guerras fue capturado Warin, hermano de Leodegario, y luego fue apedreado hasta la muerte.
Finalmente Childerico asumió el trono, pero su reinado no fue lo esperado por Leodegario, pues el monarca se apartó de la senda del bien y la justicia, convirtiéndose en el terror de los pobres. Leodegario denunció una y otra vez el mal proceder contra el rey injusto y por ello en la Pascua de 675 Childerico intentó matarle durante la Vigilia de Pascua, pero Leodegario escapó con vida. Luego fue arrestado y encarcelado también en Luxeuil.
En el mismo año el rey fue víctima de un ataque y murió. Leodegario fue liberado y retornó a Autun, a su labor pastoral, pero poco tiempo tuvo de paz, pues Teodorico fue liberado y asumió el trono de los francos, olvidando a Ebroin, encerrado en Luxeuil. Este logró liberarse sobornando al abad y resentido contra el rey porque no le había tomado en cuenta para el gobierno formó un ejército, conquistó Neustria y capturó fácilmente a Teodorico. Para dar fuerza a su actuar, se hizo acompañar por dos obispos que habían sido depuestos por corruptos, los cuales le alertaron de que Leodegario sería un "hueso duro de roer" para su gobierno. Entonces Ebroin, junto al Duque de Champagne, organizó el ataque a Autun, solo para atrapar a Leodegario.
El santo obispo se rindió enseguida, para no causar más muerte ni derramamiento de sangre más que la suya, pues sabía que era a él a quien querían. El santo fue sacado de la ciudad con el pretexto de haber organizado el asesinado de Chilperico. Le llevaron al suburbio de Couhard y castigado sacándole los ojos con púas ardientes y le confinaron al monasterio de Fécamp. Esta práctica brutal de la ceguera fue un castigo al parecer usual, sobre todo en monasterios, aplicándose a los monjes relapsos en pecados graves. Esta práctica fue condenada en el Concilo de Frankfurt, en794, y luego prohibida por Carlos el Calvo en sus dominios.
No contento Ebroin con el cruel castigo, orquestó un amago de juicio, condenando a Leodegario a la muerte por decapitación, sentencia que se ejecutó el 2 de octubre de 678. Y no sería el único que padecería el martirio bajo Ebroin, pues este ordenaría el asesinato de San Ferreol de Grenoble (16 de enero) y San Ragnebert de Bugey (13 de junio). Además, ordenó el destierro de San Lamberto de Maastricht (17 de septiembre).
La Leyenda Dorada del Beato Santiago La Vorágine (13 de julio) añadirá a estos hechos algunos detalles legendarios de mucha floritura, al uso del gusto medieval. Leodegario habría sido obligado a caminar descalzo sobre cuchillos, sin dañar sus pies, al tiempo que alababa a Dios. Le cortaron la lengua, pero aun así siguió alabando al Altísimo. Entonces Ebroin mandó a cuatro verdugos que le cortaran la cabeza, pero tres de ellos se negaron, cayendo de rodillas ante el santo obispo. El cuarto finalmente le decapitó y en ese momento fue poseído por el diablo y luego murió abrasado por un fuego milagroso que surgió a sus pies. A los dos años del martirio, sabiendo Ebroin que las reliquias del santo hacían muchos milagros envió a un soldado a que averiguara aquello. Este llegó, golpeó la tumba con el pie y gritó: "Quien quiera que crea que un muerto puede hacer milagros, que muera él mismo". Y sí, allí mismo cayó muerto. Cuando Ebroin lo supo hizo todo lo posible por destruir la buena fama del santo obispo y prohibir su culto, pero nada pudo hacer.
Las reliquias del santo se veneran casi todas en St-Léger de Ebreuil. Es patrono contra la ceguera y la mudez, de los molineros y costureras.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 2 de octubre además se celebra a:
Beato Berenguer de Peralta, obispo dominico.
San Melar, príncipe y mártir.
San Laudomer de Chalons, obispo.