Santoral hoy: 12 de noviembre. San Livino de Gante, obispo y compañeros mártires.
Según una "historia" poco fiable, atribuida a San Bonifacio (5 de junio), Livino nació en 580 y era hijo de un noble irlandés. Fue educado en las letras y la virtud en un monasterio. Cuando llegó a la juventud quiso ir a Inglaterra, para conocer a San Agustín de Canterbury (27 de mayo). Al llegar a la costa, nadie quiso llevarle, y entonces oró fervientemente y un ángel le tomó en sus manos y le trasladó a Inglaterra. San Agustín, viendo sus prendas y sus dotes de apóstol, sin esperar más, le ordenó presbítero y obispo. Luego regresó Livino a Irlanda un tiempo más hasta que decidió ser misionero, como tantos santos irlandeses, que luego de ser evangelizados ellos por el continente, se lanzaron a tierra firme para ser ellos apóstoles. No pocos son los obispos “itinerantes” que hallamos en la historia de la Iglesia. Sin sede fija, se lanzaban al apostolado. Según la leyenda, Livino fue uno de ellos.
Ya en el continente, Livino se fue a Gante y Zelanda para predicar la fe a los paganos. En Gante veneró las reliquias de San Bavón (1 de octubre, 10 mayo, en Haarlem, y 9 de agosto, traslación de las reliquias). Luego se lanzó a misionar entre Gante, Aalst y Ninove. Muchos milagros realizó el santo para así confirmar la verdad de la Palabra que predicaba. Endemoniados, cojos y algunos muertos resucitados se le cuentan. Especialmente hay que señalar al niño San Ingelbert (Bricio, en otras versiones), al que devolvió la vista y bautizó junto a su madre, Santa Crapahildis. Ambos, en agradecimiento, se quedaron junto al obispo, acompañándole en las misiones. Cosa no extraña por otro lado, pues los misioneros itinerantes se hacían rodear de compañeros, monjes o seglares, que predicaran, pidieran limosnas o se dedicaran a cuidar unos de otros.
Cuando tenía 77 años se fue a predicar a Esse, hoy Sint-Lievens-Esse, donde habitaban aún algunos feroces paganos renuentes a convertirse. Allí alcanzó el martirio nuestro santo. Un grupo de idólatras le sorprendió predicando, le arrancaron la lengua con unas tenazas y la echaron a los perros, pero Dios se la restituyó para que siguiera manifestando la fe de Cristo. Entonces le decapitaron, pero el santo tomó su cabeza hasta llegar a una fuente, donde cayó desplomado, como se lee de los santos cefalóforos. Igualmente padecieron el martirio el niño y su madre. El santo, y la madre y el hijo, fueron enterrados en Houtem, hoy Sint-Lievens-Houtem, por los seguidores que quedaron vivos. En 842 el culto a su memoria ya estaba consolidado y las reliquias se “elevaron” y expusieron en público, lo que ya sabemos que equivale a una actual canonización. En el año 1007 serían trasladadas a Gante, donde fueron profanadas y desaparecidas en 1578, por los herejes. Aunque un cráneo suyo se venera en la basílica de San Servando, Maastricht. Otra supuesta reliquia que tiene la catedral de Maastricht es un evangeliario que dicen perteneció a San Livino, pero probablemente sea de los siglos IX-X.
¿Y qué hay de verdad en esta leyenda? Pues poco, la verdad. Los hagiógrafos, entre ellos los severos Bollandistas, plantean que solo sea un desdoblamiento del real apóstol de los sajones, San Lebuin de Deventer (también a 12 de noviembre), una leyenda creada en el siglo X por el hecho de tener su propio apóstol y reliquias. En Sint-Lievens-Esse aún se mantiene la fuente en la que según la leyenda el santo cayó. Se le invocaba como abogado de los dolores de cabeza. Otras ciudades, como St-Omer, en Francia, o Brabante, reclaman también la presencia del santo en sus tierras. Algunos le hacen obispo de Dublín, y no falta quien le haga monje de San Benito.
Fuentes:
-“Historia de la Iglesia de Bretaña”. Volumen XXIV. TR. CRESSY.
-“Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los dias del año: Noviembre” JEAN CROISSET. S.I. bercelona, 1863.
-“Vidas de santos bienaventurados y personas venerables de la sagrada religión de San Benito”. Tomo XI. ANTONIO DE HEREDIA. O.S.B. Madrid, 1683.
-“Guirnalda Mística formada en el círculo del año”. Tomo II. FR. BALTHASAR BOSCH CENTELLAS Y CARDONA. O.M.I. Zaragoza, 1712.