Santa Gwen de St-Vennec, madre. 18 de octubre.

Sobre esta santa de leyenda tan estrafalaria se conoce poco, lo más que podemos es historiar su culto y devoción popular. Según la leyenda, era hija del rey Budic II de Bretaña, descendiente nada menos que de San Simeón de Jerusalén (27 de abril), hijo de San Cleofás (25 de septiembre), el hermano de San José (19 de marzo, 1 de mayo, 23 de enero). Muy joven fue dada como mujer a San Fragan (3 de octubre) y ambos fueron padres de los trillizos San Winoc (5 de noviembre), San Jacut (8 de febrero) y San Guénolé (3 de marzo), y de Santa Clervie (3 de octubre y 21 de diciembre). Lo más llamativo de Gwen, nombre que significa “blanco”, por lo que también se le conoce como Cándida, Blanca o Alba (y sería la santa de las que lleven este nombre) es el milagro que Dios habría hecho en ella: Para poder alimentar a sus trillizos, le salió un tercer pecho, por lo cual se le conoce como “la trimammis” o sea, la "tres tetas".

Ambos esposos fueron buenos padres y educaron a los hijos en la piedad cristiana y la honradez. Enviaron a sus hijos Winoc y Jacut con San Budoc (18 de noviembre), quedándose a Guénolé para que fuera heredero de su hacienda, pero al día siguiente de partir los hermanos, un rayo cayó sobre Guénolé, salvándole de milagro, lo que los padres entendieron como una señal de Dios de que debían dedicar también a ese hijo a su servicio. Hicieron los esposos otras obras para Dios, como la edificación de algunas iglesias y hospicios para los pobres. Después de la muerte de Fragan, Gwen se casó con Eneas Ledewig y tuvo a San Cafdan (19 de octubre), y de este segundo marido también enviudó. Fue secuestrada dos veces por piratas anglosajones, y las dos veces escapó cruzando el canal andando sobre las aguas. A finales del siglo VI, según las respectivas leyendas francesas de sus hijos, murió.

La leyenda inglesa, por su parte, la pone retirada como una religiosa en Whitchurch, Dorset, en Inglaterra. Allí vivió en una pequeña ermita, donde sería enterrada luego que los vengativos sajones la asesinaran. Una iglesia se construyó sobre su tumba, donde se venera un supuesto cuerpo suyo, que analizado en 1990 reveló que pertenecía a una mujer de unos 40 años, con varios partos y de buena salud. A saber. El culto a Santa Gwen está rodeado del simbolismo del número 3, tan rico en la mitología. Tres hijos mellizos (signo de plenitud), tres pechos, tres iglesias edificadas. Aún se puede ver en la Francia profunda algunas imágenes suyas, siempre ligadas a la devoción de las madres, embarazadas y los bebés. Se le invoca, como no, para una mejor lactancia, los niños en dentición, el buen parto, la fertilidad. También es abogada contra los eczemas, debido al tono blanquecino de estos (recordad que su nombre significa eso: “blanco”). En Plougin, Bretaña aún se conserva una fuente milagrosa dedicada a esta santa, en la cual era costumbre sumergir un paño y aplicarlo a los niños aquejados de todo tipo de mal.


Fuentes:

-“Vie des bienheureux et des saints de Bretagne”. MALO-JOSEPH DE GARABY. St-Brieuc, 1839.
-“Dictionary of Saints”. BRIAN DANIEL STARR. U.S.A, 2013.
- “L´Armorique bretonne, celtique, romaine et chrétienne”. E. HALLEGUEN. París, 1872.