Beata Diana de Andallo, virgen dominica. 9 y 10 de junio.

Diana de Andallo (cuyo apellido es una rara contracción del nombre y apellido de su padre: Andrea Lovello) nació en Bolonia, Italia, en 1200. Desde 1218 los dominicos ya estaban en la ciudad, en una iglesia situada en un terreno propiedad de la familia de Diana, propiamente de su hermano Lodering, que en un principio se había opuesto a la fundación de los frailes en "su" iglesia. Diana, que vivía una vida de cristiana tibia, sin mucha afición a las cosas de la religión, se hizo oyente de los sermones del dominico Beato Reginaldo de Orleáns (1 de febrero) y así maduró su fe cristiana y su vocación religiosa. Fue recibida en la orden en 1221, por el mismo Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto; 24 de mayo, traslación; y 15 de septiembre "in Soriano") de paso por Bolonia; este obtuvo sus votos en secreto, por la posición contraria de su familia. Al no existir aún convento femenino de la orden, comenzó su experiencia monástica en el monasterio de la Santísima Trinidad de las agustinas (seguirían la misma regla de todas formas). Su familia la saca a rastras, llegando incluso a fracturarle alguna costilla, pero ella continuó firme en su propósito de vivir una vida unida en Cristo. Regresa a casa, pero bajo las ropas usa cilicio, se disciplina, aumenta los ayunos y las horas de oración y lectura espiritual. Este estilo de vida, cilicio incluido, lo llevaría el resto de su vida.

El Beato Jordán de Sajonia (13 de febrero) funda, ayudado por el padre de Diana, ya convencido de la vocación de su hija, el convento de Santa Inés, adonde se traslada en 1223, tomando el hábito el día de San Pedro y San Pablo. Entre ella y Jordán habría un lazo cariñoso y espiritual muy interesante, manifestado en las cartas que se cruzaron entre ambos y en frases elogiosas uno del otro.

Diana vivió con la Beata Cecilia Cesarini (10 de junio y 4 de agosto) y la Beata Amada de Bolonia (10 de junio). Sería superiora de este monasterio hasta su muerte, apenas 3 años más tarde, en 1236, a los 36 años. Nunca ha sido beatificada oficialmente, pero si celebrada en el calendario de la orden dominica. Su primera "vita" la escribió Fr. Hernando del Castillo, muy cercana la muerte de la beata.

Sólo fue confirmado su culto el 24 de diciembre de 1888, por León XIII. Aparece celebrada a 8, 9 o 10 de junio, pero lo más común es este último día, junto a Cecilia y Amada, por venerarse juntas. Y es que en 1510 se hallaron tres cuerpos juntos, en la iglesia del convento y se dio por seguro que eran Diana, Cecilia y Amada, pero en esta identificación pudo más las ganas de tener sus tres cuerpos, que las evidencias. La leyenda nos dice que, puestas las tres cabezas en el altar, se dedicaron las monjas a pedir a Dios le señalase cual era la de su querida "madre" Diana, y ocurrió que de uno de los cráneos manó un unguento muy oloroso, con lo que fue identificado y separado. En 1584, cuando ya varios milagros habían ocurrido, se hizo otra traslación de las reliquias, para ponerlas en lugar más apropiado a la veneración de los fieles, sucediendo algunos portentos más. Las reliquias de las tres juntas se veneran en una urna de plata. Es invocada para los dolores de costado, problemas en costillas y demás, por lo de la costilla rota.


Fuentes:
-http://opwest.org/Directory/calendardominican.htm.
-"Caminaron fieles al amor inicial. Santas y Beatas O.P." SOR IRENE BENAVENTE
-"Cartas a Diana y a otras religiosas". BEATO JORDÁN DE SAJONIA. Editorial OPE.
-"Anales de la Sagrada Religión de Santo Domingo". Tomo I. FR. JOSÉ DE SARAVIA. Madrid, 1701.