San Kevin (o Coemgen) de Glendalough, ermitaño y abad. 3 de junio.
La verdad es que la mayoría de datos sobre Kevin son legendarios y tardíos, copiados de otros santos, en ese afán de dotar de una "vida" maravillosa a quien no la tenía, como si la entrega radical a Cristo en la soledad, la oración y la penitencia ya no fueran suficiente maravilla. Pertenece a los santos monjes-misioneros tan frecuentes en Irlanda, Gales o Bretaña, verdaderos apóstoles y orantes al mismo tiempo. Padres de en la fe de muchos monjes y del pueblo fiel, que escuchaba sus palabras, vivía sus portentos (que no todo será leyenda) y se beneficiaban de sus intercesiones luego de muertos. Como todo está mezclado, seguiremos un orden y, por esta vez, sin detallar que es legendario y que es histórico. Que no es este blog un sitio de crítica hagiográfica, ni de estudios e investigaciones. Aquí solo hablamos y aprendemos, si cabe, de santos.
Kevin nació en 498, en el castillo de White Fountain (la Fuente Blanca), en el reino de Leinster, en la isla de Irlanda. Era hijo de Coemlog y de su esposa Coemell, ambos pertenecientes a la casa real del reino de Leinster. El nombre del niño hace alusión a este hecho ya que significa "de apacible nacimiento". El prefijo Coe (plácido) es similar al prefijo griego Eu (bueno), y se aplicaba a los miembros de la casa real.
San Cronan de Roscrea (28 de abril) lo bautizó y fue educado por San Petroc de Cornwall (4 de junio), con quien pemaneció desde los 7 hasta los 12 años. Luego estudió con su tío Eogoin de Ardstraw, que había fundado el monasterio de Cualann, al sur de Dublín, por quince años y abrazó el estado monástico. Después de visitar a los santos Columba (9 de junio), Comgall (10 de mayo), y Cannich (7 de febrero) en Usneach, Westmeath, en 544, se dirigió a Clonmagnois, donde supo que san San Kieran (9 de septiembre) había muerto tres días antes de su llegada. Se dirigió entonces a Roma, donde visitó al papa y en cuyo camino le sucedió, como a otros santos, lo del oso come cabalgaduras.
Luego de su regreso, habiendo oído hablar de la santidad de Kevin, el rey O’Toole de Glendalough, que en gaélico irlandés significa "el valle (glen) de los dos (da) lagos (locha)", envió una embajada a preguntarle cómo podría fortalecer a su ganso doméstico que había envejecido y se había debilitado tanto que era incapaz de volar. Kevin pidió en pago por su respuesta aquella tierra por la que el ganso volase. Como el ganso no podría tomar mucho vuelo, O’Toole aceptó. Cuando Kevin tocó al pájaro, este rejuveneció y voló sobre el valle entero, donde Kevin fundaría su monasterio, dejando las reliquias que trajo de su peregrinaje a Roma. En breve dejó la vida monástica para irse a la soledad de la profundidad del valle, donde se refugió en el hueco de un árbol, como un santo dendrita. Este bosque tomó el nombre de Holywood (no de cine, sino de "bosque santo").
Cuando oraba con los brazos en cruz, estos salían por dos estrechas aberturas a modo de ventanas. Estaba en esa posición toda la Cuaresma y un año, permanecía tanto tiempo en éxtasis, unos mirlos anidaron en su mano. Terminado el tiempo cuaresmal, y vuelto del arrobo, le dio lástima retirar el nido de su mano, y se quedó en esa postura hasta que los pajarillos volaron. Esta bonita leyenda es su principal motivo iconográfico. Y junto a los mirlos, pues el jabalí que protegió de los cazadores reales, o la cierva que le daba leche, o el mounstruo marino que no le tocaba cuando se metía en el lago casi helado a orar, sino que mientras se movía en círculos a su alrededor, con su aliento calentaba el agua.
Un suceso de comentarse fue con una vaca (como no, siendo santo irlandés). Había un chico que llevaba sus vacas a pastar muy cerca. Una de ellas se alejó del grupo, y llegó al árbol donde Kevin moraba, y le lamió la túnica del santo, de la que sobresalía un trozo, regresando luego donde las otras vacas, y así por tres días. Al tercer día, al volver la vaca a casa y ser ordeñada, dio tanta leche, que todos los cántaros y baldes del dueño y sus vecinos quedaron llenos, y aún manaba leche como un arroyo. El dueño mandó al chico vigilara la vaca, pues quería saber el origen de tanta bendición. Al otro día eso hizo el pastor, y al ver lo que pasaba, arremetió contra Kevin, acusándole de querer quedarse la vaca, así que la agarró y la llevó a casa, pero... Al llegar, todas las vacas y terneros estaban enloquecidos, se peleaban y volvían los ojos en blanco, sin cesar de mugir como posesos. El pastor y el dueño del rebaño corrieron a pedir perdón a Kevin, que les concedió a cambio no contasen nada de su existencia retirada. Pero era tarde,el pastor había corrido la voz sobre el eremita misterioso, y allá se fueron San Eogan (21 de mayo), San Lochan (6 de junio) y San Enna (21 de marzo), para hacerle volver al monasterio, cosa que hizo Kevin. Ah, las vacas y terneros estaban perfectamente cuando el granjero volvió a casa, pero nunca volvió a tener aquellos ríos de leche.
Este monasterio de Glendalough casa fundó a su vez otras, y alrededor de ella creció una ciudad que se convirtió en en sede episcopal, aunque actualmente está incluida en la archidiócesis de Dublín. Sirvió como abad por varios años y cuando él vio que era prescindible se retiró para vivir como ermitaño en una isla a la que, claro, sólo se podía llegar con un barco, y aún así, luego había que subir un risco para llegar a la ermita. Aquí le ocurrió otro milagro. Estando en su modo preferido de oración durante la Cuaresma, un ángel se le apareció diciéndole que la roca superior a su ermita caería, aplastándole, y que no había pasado porque Dios mismo sostenía la roca. Kevin le respondió: "confiando en mi Señor Jesucristo, permaneceré sentado hasta Pascua", y así hizo, por no romper su oración continua a Dios. Y llegada la Pascua, salió el santo de su cabaña, e inmediatamente una roca enorme la aplastó. Cuatro años más tarde, sin embargo, volvió a Glendalough y sirvió como abad hasta su muerte, ocurrida el 3 de junio de 618.
Luego de su muerte el monasterio fue dirigido por su sobrino San Molibba (8 de mayo), convirtiéndose en un centro de enseñanza cristiana muy importante donde floreció una comunidad religiosa que se enfrentó a las invasiones vikingas del siglo X, pero finalmente fue sometida por los normandos en el siglo XI. Las reliquias, salvadas, se trasladaron a una iglesia que se construyó posteriormente y donde recibía culto San Kevin, y se recogían como milagrosas unas manzanas de un árbol supuestamente plantado por el santo. Con la persecusión protestante el culto decayó bastante.
-“Welsh Classical Dictionary”. PETER BARTRUM . National Library of Wales, 1993.
-"Vidas de los Santos". Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.