San Finian de Clonard, obispo. 12 de diciembre.
Nació sobre 470, en el pueblo de Myshall, condado de Carlow, en la familia de Ailill Telduib, de ascendencia noble. La leyenda dice que Finian fue llevado a bautizar por el obispo Fortchern, pero en el camino se encontraron con el presbítero San Abban (16 de marzo), quien, animado por Dios, tomó al niño y le bautizó allí mismo en una charca junto al camino, mandando poner acto seguido una cruz en aquel sitio como señal del paso por allí gran santo que acababa de bautizar. Ciertamente Abban pudo poner aquella cruz por la fama de Finian, pero no bautizar al niño, pues este vivió 100 años antes de Abban.
Su leyenda nos dice que Finian dejó Irlanda siendo niño y que fue discípulo de San David de Gales (1 de marzo) y San Cadoc de Llancarfan (24 de enero). Nos cuenta que realizó muchos milagros en Gales, como secar un lago con su oración pues allí debía construirse un monasterio, o que los sajones invasores fueran aplastados por una montaña. También, siempre según la leyenda, ahuyentó a las serpientes, avispas y pájaros que se comían la cosecha de los monjes de Echin. Lo que sí es cierto es que Finian fue un monje muy hábil para el trabajo manual y al mismo tiempo dado al estudio y la erudición. Su correspondencia con San Gildas de Rhuys (29 de enero) le muestra como un hombre muy práctico y espiritual, preocupado por la Iglesia de su tiempo, la evangelización y la búsqueda del ideal espiritual del monacato. En sus otros escritos fue muy duro contra los obispos que abusaban del poder y los monjes que no practicaban la pobreza o la caridad.
Al regresar a Irlanda, sobre 515, Finian visitó al rey Muiredach, a quien pidió ayuda para construir una iglesia, aunque este monarca no era cristiano. El rey, impresionado con el porte de Finian le permitió construir la iglesia en Achadh Abhail, desde donde Finian trabajó en la evangelización de la zona y con gran éxito. También predicó durante siete años en Hy Bairrche. Allí trabó contacto con la gran Santa Brígida de Irlanda (1 de febrero), a quien y a cuyas monjas predicó muchas veces. Brígida le trató con gran respeto y como a verdadero padre. En una ocasión le regaló un anillo de oro, pero Finian lo rechazó rotundamente, por no faltar a la pobreza. Esker Brenain fue otro de los lugares de apostolado de Finian, donde construyó una típica iglesia circular irlandes que aún se conserva y donde se venera su memoria. Allí encontró a un niño abandonado por unos ladrones, y le tomó bajo su cargo, le educó y le dio el hábito monástico, siendo su primer discípulo.
Dice, otra vez la leyenda, que un ángel se apareció a Finian y le indicó que debía seguirle hasta donde Dios le quería misionara. Finian se puso en marcha y, siguiendo al ángel durante toda una noche, llegó a Cluain Eraird, donde tuvo una gran actividad apostólica. En Anchory fundó un monasterio por revelación divina
Finian fue elegido obispo siendo aún joven y una de sus obras principales fue la reforma monástica y la fundación del monasterio de Clonard, cuna de los llamados "12 apóstoles de Irlanda", a quienes la leyenda quiere como discípulos de Finian, aunque en realidad no todos fueron contemporáneos. Estos son San Kieran de Saigher (5 de marzo), San Kieran de Clonmacnoise (9 de septiembre), San Brendan el Navegante (16 de mayo), San Brendan de Birr (29 de noviembre), San Columbano de Iona (9 de junio), San Colm de Terryglass (13 de diciembre), San Molaise (12 de agosto), San Kenneth (11 de octubre), San Ruadhan (15 de abril), San Mobhi (12 de octubre), San Sinnell (12 de noviembre) y San Nathy de Anchory (9 de agosto).
A veces se añaden como discípulos suyos a San Magh-Bile (10 de septiembre), San Molua de Conflert (4 de agosto) y San Comgall de Bangor (10 de mayo).
Finian es considerado, junto a San Enda (21 de marzo), el padre del monaquismo irlandés. Al fin de su vida santa, entró al cielo sobre 549.
A 12 de diciembre además se celebra a: