La cultura woke, la cultura de la cancelación, prohibir el debate de ideas y, simplemente, censurar. Eso es lo que se ha visto en España en esta última semana con la campaña "Cancelados" de la Asociación Católica de Propagandistas, que contrató carteles en marquesinas de 33 ciudades, y ha visto como ya 10 ciudades gobernadas por la izquierda las prohibían y retiraban.
El mensaje censurado simplemente decía "Rezar frente a una clínica abortista está genial'". Y recomendaba, con un código QR, un vídeo en el que un joven explica como el doctor Jesús Poveda le salvó la vida al ofrecer ayuda a su madre embarazada ante una clínica abortista (véalo al final de este texto).
Campaña Cancelados sobre rezar en clínicas abortistas; 10 ayuntamientos la han prohibido y retirado, es censura política woke contra la libertad de expresión y el debate público
Los primeros Ayuntamientos que censuraron los anuncios fueron Valencia, Gijón, Granada, Murcia y Valladolid (en esta última, el Ayuntamiento asegura que multará a la empresa de publicidad).
Después retiraron los carteles de Torrejón de Ardoz. Los de Getafe se retiraron, simplemente, al cumplir su semana contratada, pero la alcaldesa socialista de Getafe, Sara Hernández (famosa por su militancia laicista y sus guías sexuales blasfemas para niños condenadas por la justicia) se filmó ante uno declarando que "este tipo de campañas no solo atenta contra los derechos más básicos de las mujeres, sino que además rompen la convivencia en cualquier ciudad".
Este lunes 24 de enero ejercieron su censura canceladora los Ayuntamientos de Vigo, Pontevedra y Vitoria.
Un comunicado del Ayuntamiento de Vigo, con el socialista Abel Caballero al frente, declaró que se considera "propaganda sexista contraria a los derechos constitucionales" (aunque el derecho a la vida del nasciturus, la libertad de reunión y la de religión son derechos constitucionales en España).
En Pontevedra, la portavoz municipal Anabel Gulías (BNG), declaró que era una campaña "repulsiva" y "asquerosa" y que un ayuntamiento "feminista" censurará esos mensajes porque "atentan contra la capacidad de decisión de las mujeres".
Murcia, gobernada por el PSOE desde que Ciudadanos retiró su apoyo al PP en marzo de 2021, ordenó rápidamente la censura. La concejal de Igualdad y Juventud, Teresa Franco, consideró que esos carteles son una "forma de violencia hacia las mujeres criminalizando un derecho como es la capacidad de decidir si ser madre o no".
Casi todos estos Ayuntamientos han censurado los carteles por la vía del "lo ordeno porque mando yo", pero alguno se ha esforzado más en buscar excusas pseudolegales. Es el caso de Vitoria, donde desde el principio los grupos municipales de EH-Bildu y Elkarrekin pedían esa retirada, pero el PNV -que desde el primer momento anunció que lo haría- antes esperó a tener un informe del Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, un organismo del Gobierno vasco.
Emakunde respondió con un informe según el cual el anuncio ("rezar frente a una clínica abortista está genial") podía vulnerar "el derecho de las mujeres a la protección de la salud sexual y reproductiva, el derecho fundamental a la intimidad personal y familiar y al derecho a la integridad física y moral de las mujeres".
Emakunde añadía algunas generalizaciones como que "la ley general de Publicidad y su artículo 3 señalan que es publicidad ilícita la publicidad que atente contra la dignidad de la persona o vulnere los valores y derechos reconocidos en la Constitución Española". Pero ¿en qué atenta contra la dignidad decir que rezar ante una clínica abortista está bien?
La campaña se ha mantenido en otras 23 ciudades porque, simplemente, no incumple ninguna ley y los Ayuntamientos tienen obligación de mantener neutralidad institucional.
La campaña "Cancelados" precisamente denuncia a los "canceladores", la facilidad del poder político (y algunos más) para acallar y tratar de hacer desaparecer los hechos y opiniones que no les gustan
E-Cristians también denuncia la cultura woke de la cancelación
La asociación católica E-Cristians, presidida por Josep Miró i Ardévol, que fue conseller autonómico y miembro del Pontificio Consejo de Laicos, ha denunciado en un comunicado de protesta que "esta censura es un ejemplo de la cultura de la cancelación, lo que en EEUU llaman cultura woke. Consiste en huir del debate y hacer callar al interlocutor, multándole o amenazándole con multas".
"E-Cristians quiere formular su apoyo a la iniciativa de la ACdP, al tiempo que anuncia el riesgo creciente de la limitación de las libertades que se va produciendo en nuestro país, como demuestran las actuaciones en los ayuntamientos indicados, y que ya tuvieron precedentes en anteriores hechos en Barcelona bajo el mandato de la alcaldesa Ada Colau", denuncia la asociación católica.
"Estamos ante el riesgo de que el Estado de derecho fijado por la Constitución se vaya transformando en un “Estado de leyes” en el que los derechos tienen una aplicación distinta en función de las ideas que sostienen a las personas. Si estas son favorables a la ideología del poder, los derechos pueden transformarse incluso en privilegios, pero si son contrarias, como en el caso de la campaña de la ACdP, simplemente están prohibidos, cancelados, represaliados", advierte el comunicado.
"Llamamos a todas las personas, sea cual sea su forma de pensar, a considerar el peligro que representa para la libertad esta deriva, que hoy puede ir contra unos, pero mañana afectará a otros y más adelante a unos terceros, hasta que solo primen aquellas ideas que son estrictamente las postuladas por el poder", finaliza el texto de protesta.
Este es el vídeo "subversivo" de los carteles que 10 ayuntamientos de izquierdas han censurado