Según señaló BurgosConecta.es en la mañana del jueves, las exclarisas de Belorado han abierto una cuenta en PayPal esperando atraer donativos por crowfunding. Su petición pide donaciones para "subsistir económicamente" y se plantea como objetivo llegar a 20.000 euros.
La campaña la firma Laura García de Viedma, la exabadesa, quien argumenta en el mismo espacio sus extravagantes razones para pedir dinero: "Por Amor a la Verdad de Cristo Jesús, verdadero Hijo de Dios, y de la Santa Iglesia por Él fundada, nuestra Comunidad de Hermanas Clarisas se ha separado de la iglesia-conciliar, con ánimo de denunciar la usurpación de la Silla de San Pedro desde 1958".
"Estamos recibiendo como consecuencia de este acto de fe y fidelidad a la Santa Tradición Secular de la Iglesia Una, Santa Católica y Apostólica: insultos, calumnias, desamparo, aniquilación de la buena fama, coacciones, intentos de usurpación de Administración y propiedades, amenazas de desahucio y una campaña de odio y desprestigio público en medios de prensa y televisión", enumera (no incluye en su debatible lista una cosa real y muy oficial que debería preocupar a un católico: la excomunión).
"Pedimos ayuda para subsistir económicamente, dado que se nos han intervenido las cuentas bancarias y no podemos hacer frente a los gastos ordinarios de nuestra comunidad religiosa. Dios se lo pague", finaliza su mensaje.
Al arzobispo, la exabadesa sólo le envía algunas facturas
El mismo día, en el semanario Alfa y Omega, José Calderero de Aldecoa entrevista al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien da detalles sobre lo que él conoce de la situación económica de las exmonjas, que es parcial.
"Tenemos una visión muy incompleta de la economía, porque la exabadesa no transfiere ninguna información más allá de las facturas y, además, nos consta que ha dado orden para que no se nos transfiera información. Por tanto, se nos ha impedido la administración de los monasterios", protesta el arzobispo.
"Con esta información muy fragmentaria, vemos que existen deudas importantes. Hay una hipoteca de 700.000 euros que se está pagando con el alquiler de un caserío que hay en Derio. Hay otra deuda viva de 70.000 euros y otra más de 32.000 euros. Luego están los suministros habituales y las nóminas, que hay que ir pagando. Todo ello se está sufragando con el dinero que han avanzado los otros monasterios de la federación, porque el saldo de las cuentas a las que tenemos acceso es insuficiente", explica.
Con esas cifras a la vista, los supuestos 20.000 que la exabadesa intenta recaudar por Paypal (sin una respuesta entusiasta, por ahora) no parecen servir de gran cosa.
¿Quién atiende sacramentalmente a las monjas ancianas?
Pero José Calderero pregunta al arzobispo por algo más espiritual: ¿quién hace misa, quién confiesa, a las monjas más ancianas, que probablemente no saben nada o casi nada de lo que está pasando?
"Ciertamente, para nosotros la atención de las hermanas mayores es una prioridad y una preocupación. Nos consta su atención física, porque hay personas contratadas para ello. La verdad es que la comunidad siempre ha tenido un cuidado exquisito con ellas", detalla el arzobispo.
Pero añade: "Son religiosas contemplativas de votos solemnes. Hay una religiosa que roza los 100 años, con 80 de vida consagrada. Para ellas es esencial la atención espiritual en la Iglesia católica a la que han dedicado toda su vida. Tenemos informaciones muy parcas de que debe de haber algún sacerdote que parece que está celebrando alguna Eucaristía. Pero son informaciones de terceras personas. No sabemos muy bien de dónde ha salido, si realmente es un sacerdote o en qué situación está esta persona respecto a la Iglesia católica", advierte el arzobispo.
"Le hemos pedido a la exabadesa que comunicara el modo en que se está atendiendo a las hermanas mayores y también le hemos pedido ir nosotros a atenderlas, porque la libertad religiosa y la libertad de conciencia es un derecho humano fundamental que tiene que ser tutelado y protegido". Y añade: "Este derecho que tienen las religiosas no puede ser impedido por unas personas que han dejado la Iglesia católica voluntariamente".
¿Cómo hemos llegado a esto?
Calderero también plantea lo que intriga a muchos: "¿Cómo es posible que unas monjas de clausura hayan llegado a esta situación?"
"Es la gran pregunta", admite Mario Iceta. "Nosotros no teníamos información de que este camino se había tomado hasta un mes antes de que tuviera lugar la declaración por parte de las exreligiosas del abandono de la Iglesia católica. Hasta entonces, ni los capellanes ni los que iban a confesarlas o a predicar los ejercicios espirituales tenían la más mínima sospecha. Y eso que eran visitas diarias, por ejemplo, para celebrar la Eucaristía. Tampoco el delegado para la Vida Consagrada de Burgos ni el vicario para la Vida Consagrada de Vitoria habían observado ningún signo que evidenciara lo que se precipitó en apenas un mes".
El caso y la sorpresa con que se desencadenó lleva a plantearse cómo prevenir nuevos casos, a "mirar más qué indicios puede haber que enciendan señales de prevención que requieren un cuidado más especial y específico", admite el arzobispo.
Iceta confirma que "casi todos los días rezo un rosario por ellas y si no, por lo menos, un misterio. Me parece que es una situación realmente lamentable y penosa y espero que puedan salir de esta situación, aunque a día de hoy no hay ningún signo de recapacitación".
Considera que "sigue habiendo una comunidad monástica, que son las cinco hermanas mayores, más otras tres que no residen allí pero que canónicamente pertenecen al monasterio".
Y no pone plazos para actuaciones legales y jurídicas: "No prima el calendario, sino ver cuál es el camino justo, legal y respetuoso que se debe seguir".
Entrevista completa aquí en Alfa y Omega.