Hace unas semanas, el editor de un conocido diario de información religiosa radicado en Miami comentaba que a Donald Trump "le ha salido un enano intentando jugar a las grandes ligas de boxeo". El comentario no era irónico ni despectivo. Se refería a Ron DeSantis, gobernador de Florida, y a sus políticas con perspectiva nacional aplicadas a su estado, en plena precampaña nacional, de la que hoy es candidato.
Mencionaba, por ejemplo, el proyecto de ley de DeSantis que pretende acabar con el estatus especial de Disney en Florida. En la práctica, este privilegio le concedía a Disney derechos próximos al autogobierno en materia burocrática, urbanística, servicios públicos o incluso la posibilidad de emitir deuda. Todo era una medida orientada a paliar la deriva woke de la multinacional -cada vez menos- "infantil", después de que mostrase todo su apoyo a la ley "No digas gay".
El periodista también ponía como ejemplo las leyes aprobadas por el gobernador de Florida en mayo de este año, por la que DeSantis se mostraba orgulloso de haber firmado "la legislación más drástica de la nación para detener la influencia del Partido Comunista chino". El texto legal prohibía a China "y otras naciones hostiles", entre otros aspectos, el control de tierras de Florida cercanas a instalaciones de infraestructuras críticas con el objetivo de "obtener estabilidad, preservar la libertad económica" y garantizar la seguridad agrícola.
Pero también se refería al aborto. Y es que, si en abril de 2022 DeSantis prohibió "el aborto de 15 semanas de gestación o más" alegando que "estamos aquí para defender la vida", no tardó más de un año en "subir la apuesta" y tratar de ilegalizar también los abortos cometidos desde las seis semanas, bajo la ya conocida como Ley de Protección del Latido del Corazón de Florida. Actualmente, esta restricción se encuentra bloqueada.
Lo cierto es que DeSantis lo ha logrado aplicando la potestad estatal recuperada tras la revocación de Roe vs Wade, posibilitada en buena parte gracias al expresidente de los Estados Unidos y candidato a la reeleción.
Pero la medida no parece gustarle a Donald Trump. Mostró su desacuerdo el pasado 14 de septiembre, durante una entrevista concedida a la periodista de la NBC, Kristen Welker, en el programa Meet the press, en la que cuestionó que DeSantis estuviese "dispuesto a firmar una prohibición [del aborto] entre las cinco y las seis semanas".
"Creo que lo que hizo fue algo terrible, un terrible error", sentenció.
Tras la condena, Trump expuso su deseo de alcanzar un consenso republicano-demócrata. De lograr la reelección, Trump renunciaría a un plazo mínimo -que no fue capaz de concretar- con la contrapartida de que los demócratas "no podrían llegar a los seis, siete u ocho meses y permitir un aborto". "Dicen que incluso después del nacimiento se debe permitir abortar al bebé", justificó.
Preguntado por una hipotética ilegalización del aborto en todo el país, destacó que se sentaría "con ambas partes, negociaría algo y habrá paz sobre este tema por primera vez en 52 años. Me reuniré con todos los grupos y tendremos algo que haga feliz a la gente".
"Veo a algunos de ellos sin excepciones... En ciertas partes del país no puedes ni vas a ganar en este tema. Ganarás cuando encuentres el número correcto de semanas", advirtió Trump a su opositor republicano.
"Desde un punto de vista legal, creo que probablemente sea mejor (dejarlo en manos de los estados). Pero puedo vivir con ello de cualquier manera. Podría ser estatal o podría ser federal, francamente no me importa", agregó.
Puedes ver aquí la entrevista completa a Donald Trump (en inglés).
Dura respuesta provida: "Estúpido", "patético" y "terrible"
Las declaraciones han encontrado la oposición de los líderes provida más destacados del país. Uno de ellos es Shawn Carney, fundador de 40 Días por la Vida, que en vísperas de su próxima campaña de otoño calificó este mensaje de "políticamente estúpido", pues también perderá votos por ser "menos provida".
(Conoce aquí la propuesta de Carney, que detalló a ReL en el primer aniversario de la revocación de Roe vs Wade).
"Muchos católicos provida dudaban en votar por Trump en 2016, pero la muerte del juez [Antonin] Scalia y la importancia del tribunal los empujaron a darle una oportunidad a Trump. Dio grandes frutos con el derrocamiento de Roe, pero en lugar de alardear de su historial, Trump ha contemplado el ser provida como algo por lo que debiéramos disculparnos. Esta es una disposición de perdedor de cara a las elecciones generales de 2024", declaró a Aciprensa. Aunque se puede decir que Trump "es el presidente más provida de todos los tiempos, sigue alienando a quienes lo hicieron y reduciendo su base", agregó.
Shawn Carney, CEO de 40 Días por la Vida en EE.UU. (En la imagen, junto a la exdirectiva de Planned Parenthood Abby Johnson).
Lila Rose, fundadora del movimiento provida Live Action y destacada católica y defensora de la vida en Estados Unidos, calificó la postura de Trump de “patética e inaceptable”.
"Trump está atacando activamente las mismas leyes provida que fueron posibles gracias a la revocación de Roe. Las leyes de latido han salvado a miles de bebés. Pero Trump quiere comprometer la vida de los bebés, por lo que a los demócratas pro-aborto 'les gusta'. Trump no debería ser el candidato republicano”, declaró Rose el domingo en respuesta al exmandatario.
Matt Walsh, un influencer católico del Daily Wire, calificó la opinión de Trump como una "terrible respuesta desde una perspectiva moral".
“No hay nada terrible en impedir que la industria satánica del aborto asesine en masa a niños humanos. No se puede ganar a los demócratas siendo blandos en este tema. Los republicanos han intentado esa estrategia durante décadas y no han logrado exactamente nada con ella. Defender la vida de forma clara, poderosa e inequívoca. Esa es la única manera”.
Harry Scherer, representante de Americans United for Life, dijo a ACI Prensa que se le debe protección a los no nacidos "en cada etapa de la gestación. Americans United for Life se enorgullece de apoyar a los gobernadores y legisladores provida que promulgan leyes que salvan vidas en sus jurisdicciones".