Entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre se desarrolló en el Vaticano la Conferencia Internacional “Drogas y dependencias: un obstáculo al Desarrollo Humano Integral”. Durante las jornadas, expertos en varios campos hablaron de la gravedad de las viejas adicciones como las drogas y de las nuevas que están surgiendo ahora como la pornografía o el juego a través de internet.
El Papa Francisco recibió a los participantes en audiencia evidenciando la importancia de dar una respuesta al gran número de víctimas que causa la droga y las “nuevas dependencias”. En su intervención indicó que “la comunidad entera se ve interpelada por las dinámicas socioculturales actuales y por las formas patológicas derivadas de un clima cultural secularizado, marcado por el capitalismo de consumo, la autosuficiencia, la pérdida de valores, el vacío existencial, de la precariedad de los lazos y de las relaciones”.
¿Qué mueve a los adictos?
Entre los participantes en estas jornadas estaba Peter C. Kleponis, psicólogo y psicoterapeuta con más de veinte años de experiencia, y que habló en el Vaticano sobre la adicción a la pornografía, responsable de la destrucción de numerosas familias y de la creación de millones de adictos.
El Papa recibió en audiencia a los participantes en este congreso internacional, valorando así la importancia del tema que trataban
Este experto acaba de publicar en español el libro Pornografía. Comprender y afrontar el problema (Voz de Papel) donde refleja con datos la verdadera dimensión de este problema, describe perfectamente las causas que mueven a estos adictos, pero también ofrece una solución que dé esperanza a las personas que viven bajo esta esclavitud moderna.
En su intervención en la Santa Sede, Kleponis recordó que “ahora sabemos a través de la neurociencia que (la pornografía) es una sustancia adictiva similar a las drogas y al alcohol” convirtiéndose “en la nueva droga de elección debido a su accesibilidad a través de internet”.
Este terapeuta estadounidense explicó que la adicción a la pornografía es similar a la de la droga debido al impacto químico que provoca en el cerebro. Después de un tiempo, el cuerpo se acaba acostumbrando a las señales de placer y comienza a desearlas, y con el tiempo se “secuestra el cerebro”.
Una respuesta a un dolor emocional
Kleponis avisó que según los estudios y también su dilatada experiencia profesional en este campo, la adicción a la pornografía es en muchas ocasiones un mecanismo de respuesta a un dolor emocional.
La adicción a la pornografía es hasta el momento un problema principalmente masculino. El número de varones con problemas se ha disparado y afecta igualmente a personas de distintos estratos sociales y económicos. Además, el consumo de pornografía está bastante extendido en el mundo masculino aunque también está creciendo entre las mujeres, que representan ya un tercio de los visitantes a estos sitios web.
Este problema creciente de adicción está siendo devastadores en el matrimonio y la familia. Son muchos los hombres casados que consumen pornografía y que caen en la adicción. Según Kleponis, el 56% de los divorcios que se están produciendo tienen relación con la pornografía. Cuando las mujeres descubren que sus maridos tienen una adicción como esta, en algunos casos experimentan síntomas similares al trastorno de estrés postraumático al sentirse avergonzadas e indignas.
Ocho años, la edad a la que los niños están expuestos
Si devastador es su efecto en los matrimonios, no lo es menos en los niños. La edad media a la que están expuestos a pornografía dura es los ocho años, y la mayoría de este visionado se produce en horas escolares. Por ello, Kleponis se felicitó de que Francia haya prohibido estos teléfonos móviles inteligentes en los colegios pues con esta decisión –explicó- “realmente están protegiendo a sus hijos”.
Precisamente, el autor del libro Pornografía. Comprender y afrontar el problema insistió en que los puntos principales de entrada a la pornografía en la actualidad son las redes sociales e internet, lo que significa que niños de nueve o diez años con teléfonos de última generación tienen acceso casi inmediato a contenido explícito, y a su vez los depredadores sexuales tienen acceso instantáneo a los pequeños.
Para conocer la verdadera dimensión del problema de la pornografía, Kleponis ofreció algunos datos sobre la industria del porno. Mueve cifras que rondan los 100.000 millones de dólares anuales, ganando más que empresas punteras como Amazon o Apple.
En la actualidad, prosiguió el terapeuta, hay unas 4,2 millones de sitios web de pornografía, y más de 60 millones de solicitudes diarias. Hay además 100.00 sitios web con pornografía infantil, aunque esta cifra puede ser mucho mayor.
Abuso activo de menores
También en Roma participó Mary Aiken, profesora de la University College de Dublín y asesora del Centro Europeo de Delitos Cibernéticos de la Europol en Dublín. En declaraciones a Crux Now, esta experta en ciberpsicología se mostró muy dura y aseguró que la difusión generalizada de contenido sexual en línea se puede describir como “pornfificación de la sociedad”.
Además, denunció que “los padres o cuidadores que permiten que sus niños muy pequeños sean expuestos a pornografía hardcore en su teléfono y en sus dispositivos puede considerarse, en términos de bienestar social y servicios sociales, como el abuso activo de un niño”.
Por otro lado, Aiken también señaló que parte del problema del aumento de las agresiones sexuales contra niños producidas por otros niños pueden tener relación con “la disponibilidad de pornografía on line”, aunque todavía no hay pruebas concretas que lo respalden.
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