Lo sucedido en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, una manifiesta y deliberada blasfemia contra Jesucristo, está suscitando la reacción de obispos de todo el mundo, en particular norteamericanos.
A la indignación de los obispos franceses o del obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, se suma la del popular obispo estadounidense Robert Barron, quien ha reaccionado a la ceremonia inaugural dejando en las redes sociales un mensaje similar al de Munilla: “¿Se habrían atrevido alguna vez a burlarse del Islam de manera similar? Esta sociedad posmoderna, profundamente secularista, sabe quién es su enemigo (lo están nombrando) y deberíamos creerles”.
Del mismo modo ha reaccionado el arzobispo de San Francisco, monseñor Salvatore Cordileone, que indicaba en Twitter: “El fundamentalismo secular se ha infiltrado ahora en los Juegos Olímpicos, hasta el punto de blasfemar la religión de más de mil millones de personas. ¿Harían eso con cualquier otra religión? Pido a todo nuestro pueblo que ore por el restablecimiento de la buena voluntad y el respeto”.
El obispo Daniel Flores de Brownsville, Texas, también se apresuró a compartir su reacción, afirmando: “Mi vocabulario no es lo suficientemente variado como para encontrar una palabra para el sentimiento en la boca de mi estómago” y afirmó que las personas de fe cristiana “merecen más respeto”.
Por su parte, el obispo de Madison, Donald Hying, iba un paso más allá y pide a los fieles: “En reparación por la blasfemia en París, ayunemos y oremos, renovamos nuestra devoción a la Eucaristía, al Sagrado Corazón y a la Virgen María. Que Jesús sea adorado y amado en cada sagrario del mundo. Gracias Señor por la Eucaristía y la Última Cena, tu amor por nosotros”.