En una entrevista publicada este domingo en el suplemento La Otra Crónica del diario El Mundo, el ministro Fernando Grande-Marlaska parece sostener la legalidad de las denominadas terapias reparativas o terapias de reorientación sexual, que ayudan a las personas con atracción no deseada por el mismo sexo a revertir esa tendencia.
A la pregunta "Como juez, ¿cree que son legales las terapias para reorientar la homosexualidad?", el titular de Interior responde: "Cada uno puede someterse, si lo hace voluntaria y libremente, a esas terapias, algo que yo dudo mucho que se haga conscientemente porque es la negación de uno mismo. Ya no voy a hablar de legalidad ni de ilegalidad, el trasfondo es de mayor entidad, es la negación de la identidad humana".
Cuando se le plantea lo mismo respecto a unos padres que obliguen a su hijo a seguir esas terapias, Grande-Marlaska considera que habría que "valorar si esa actitud de los padres puede derivar en alguna circunstancia que pueda determinar la intervención de la autoridad pública en beneficio del menor". Es decir, la intervención pública no se produciría por la terapia en sí, sino contra los supuestos perjuicios que podría causar en alguien menor de edad y sin capacidad legal.
Leyes de privilegios y multas LGBT
Actualmente, esas terapias están siendo perseguidas las leyes de privilegios y multas LGBT dictadas por casi todas las comunidades autónomas con el apoyo o la abstención de todos los partidos políticos, salvo Vox.
Dichas leyes restringen la libertad personal de quienes desean participar en esas terapias, así como la libertad profesional de quienes las ofrecen, amenazándoles con la ruina económica y el cese de la actividad. Por ejemplo, la ley de privilegios y multas LGBT de la Comunidad de Madrid, aprobada a impulso del Partido Popular, determina que "para la comisión de esta infracción es irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias". Y ha sancionado a la coach Elena Lorenzo con 45.000 euros por ese motivo.
Las declaraciones de Grande-Marlaska, reconocido homosexual y juez en excedencia que alcanzó celebridad por su energía en la lucha contra ETA, vienen a reconocer lo que diversas asociaciones de derechos civiles esperan que hagan los tribunales cuando estas sanciones empiecen a ser recurridas: que no puede perseguirse a una persona por prestar ayuda a otra que se la pide "voluntaria y libremente". Así, la Asociación Española de Abogados Cristianos planteará una cuestión de inconstitucionalidad enmarcada dentro del proceso contencioso-administrativo que va a iniciar por el expediente sancionador abierto a Elena Lorenzo.
¿"Identidad" homosexual?
En su respuesta en favor de la legalidad de esas terapias de acompañamiento, Marlaska afirma sin embargo algo que niegan quienes las realizan, pues éstas no se basan en una "negación" de una identidad homosexual reconocida como tal, sino precisamente en la negación de que la atracción por el mismo sexo constituya una "identidad".
Por ejemplo, el psicólogo Richard Cohen, pionero en su aplicación, recuerda que "científicamente sabemos que nadie nace homosexual. No hay causas genéticas ni biológicas de la atracción al mismo sexo". En su opinión, dicha atracción procede de "carencias afectivas" generadas durante la adolescencia, cuyo estudio y remedio es la esencia de su labor como terapeuta.
Y añade: "El movimiento homosexual es un edificio que se construye sobre dos pilares: uno, hemos nacido así; dos, no podemos cambiar. Ésa es la estrategia y la ideología del movimiento gay. Y en esto llega Richard Cohen y dice: científicamente las personas no nacen así, y por tanto las personas pueden cambiar. Así que les destruyo el edificio. Por eso me odian, es lógico".
No a los vientres de alquiler
En la misma entrevista, a Grande-Marlaska le preguntan también por la gestación subrogada y el ministro, también en esto contrario a la línea oficial del lobby LGBT, se muestra contrario, porque aquellos casos en los que no vería objeción no son susceptibles de regulación, y los susceptibles de regulación son inadmisibles: "No me cabe la idea de una mujer que de una forma consciente, voluntaria, sin coacción directa o indirecta asuma una gestación para después entregarle ese ser a otras personas, es decir, que emocionalmente pueda hacer eso. Lo asumo en casos muy concretos que no admiten, para mí, regulación. Esa cosa de una hermana que ayuda a otra con cáncer... No niego que esas cosas puedan pasar, [el partido] Ciudadanos ya utiliza estos supuestos para pedir una ley, pero son tan específicos que no se pueden regular. Lo de la gestación subrogada, no seamos cínicos, estaba pensado para otras personas, en este caso, para los gays. Y yo siempre digo no a la utilización de la mujer. Sólo piensa en qué tipo de países se están dando estos casos".
Tampoco aprueba que haya parejas homosexuales que recurran a la gestación subrogada fuera de España: "Lo que no podemos hacer es dar carta de naturaleza a estas practicas. Decir: 'Aquí no pero váyase al extranjero'".
Al inicio de su respuesta, Grande-Marlaska afirma responder contra la gestación subrogada (lo hace con un enérgico "¡No, por favor!") en cuanto que forma parte "de un gobierno socialista", lo que en cierto modo confiere a su declaración tintes de pronunciamiento oficioso sobre las intenciones del ejecutivo de Pedro Sánchez.