¿Puede ser el transhumanismo y sus objetivos más distópicos -y cercanos- de lo que comúnmente se cree? Generalmente, esta corriente que en teoría pretende "superar los límites naturales de la humanidad mediante el mejoramiento tecnológico" se contempla como algo lejano y difuso. Sin embargo, no pocos expertos perciben serios riesgos biológicos y sociales en las propuestas transhumanistas. Y algunas de ellas, como alargar la esperanza de vida, son el objetivo actual de no pocas empresas médicas.
Antonio Diéguez, es plenamente consciente de ello. Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Málaga desde 2010, lleva años indagando en la Filosofía de la Tecnología y de la Biología y el Transhumanismo.
Ha publicado La vida bajo escrutinio. Una introducción a la filosofía de la biología (Barcelona: Biblioteca Buridán, 2012); Transhumanismo. La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano o Cuerpos inadecuados: El desafío transhumanista a la filosofía, editados por Herder en 2017y 2021.
Entrevistado por XLSemanal, muestra sus discrepancias con los teóricos transhumanistas y sus aspiraciones, escondidas bajo un utópico mejoramiento del ser humano. Para él, se trata de algo que "no está claro", y advierte de "cambios" que podrían volverse "irreversibles": "Si editamos la línea germinal -células sexuales que transmiten el material genético-, afectará a nuestra descendencia".
Para él, uno de los principales problemas es que "hemos puesto todas nuestras esperanzas en el propio desarrollo tecnológico", cuando este desarrollo no ofrece una respuesta a los grandes dilemas que afectan a la mayoría. Si hay características del hombre tal cual lo conocemos que deban ser preservadas o si la eliminación total de la vulnerabilidad tiene sentido son algunas de ellas.
Otro es considerar "que la mejora constante del ser humano implica la mejora de la sociedad". Un planteamiento que Diéguez niega de raíz. "Podemos vivir más años y ser más listos, pero atrapados en una sociedad poco atractiva donde se hayan perdido los lazos de la solidaridad y la empatía", advierte.
Puedes conseguir aquí "Cuerpos inadecuados. El desafío transhumanista a la filosofía", de Antonio Diéguez.
La posible "distopía" del transhumanismo
Los postulados de Diéguez en ningún caso pretenden "demonizar la ciencia y la técnica", ya que "la humanidad no puede sobrevivir sin ellas". Sin embargo, considera que son disciplinas que deben ser encauzadas "para que no invadan aspectos de la vida que no les corresponden".
¿Es la extensión de la vida uno de esos aspectos? En su opinión, los avances en este ámbito "son espectaculares e invitan a pensar que hay base para alargarla", pero podría traer consecuencias sociales críticas.
"Los cambios sociales serán tremendos. Si en los países desarrollados una gran parte de la población supera los cien años, cambiará la pirámide demográfica. No podremos jubilarnos a la edad de ahora, ni con las pensiones actuales", vaticina.
Descubre aquí cómo hacer frente a las poco éticas propuestas transhumanistas.
También advierte de los riesgos de la edición genética, otro aspecto directamente relacionado a las pretensiones del transhumanismo. El día en que manipulemos el código genético, advierte, será posible tener "descendientes a la carta" lo que "iniciará una distinción social que cristalizará en biológica".
Y eso, menciona, "si que puede ser bastante distópico, porque esas diferencias genéticas conducirán a formas de vida y características físicas y mentales muy distintas".
Preguntado por la similitud con un "apartheid genético", explica que "las clases sociales se convertirían en clases biológicas" y advierte de que "las élites serán inamovibles".
"No solo tendrán el dinero, sino que esos privilegiados serán más longevos, inteligentes y sanos. Ninguna clase política se atreverá a legislar contra ellos", advierte.
"Un discurso que le viene bien a las élites"
En todo caso, remarca que la tecnología no ofrece respuestas a las grandes preguntas de la mayoría de la gente. Lejos de ello, considera que "es un discurso que le viene bien a las élites".
Y es que si bien "dicen que es un proyecto del que todos nos vamos a beneficiar", la realidad parece otra: "Pretenden que modifiquemos al ser humano para que se adecúe mejor a un planeta deteriorado. O que reduzcamos su tamaño. Humanos más pequeños consumirán menos recursos. Eso ya lo han planteado. En lugar de cambiar nuestra manera de producir y consumir, se nos propone que cambiemos biológicamente para resistir mejor en un mundo tóxico y pobre".
Esas élites, concluye, "se han fugado". "Le dicen al resto de la población: `Tranquilos, también vosotros tendréis una oportunidad´. Mientras tanto, han dimitido de crear una sociedad mejor. Y se han buscado sus propios refugios a los que escapar", concluye.
Puedes seguir a Antonio Diéguez en su canal de YouTube.