En 2019, solo nacieron 18 niños con síndrome de Down en Dinamarca, el 0,029% de los 61.000 nacimientos. Es fruto de la política que desde 2004 quiere erradicar la anomalía genética con abortos selectivos, según informa el periodista Francesco Ognibene del diario Avvenire, de Italia.
Solo dieciséis años, y el objetivo de la sociedad ‘libre de Down’ ya está a un paso. Dinamarca está implementando la limpieza eugenésica planificada con eficiencia nórdica. En 2004 el gobierno anunció -primer país del mundo- el total gratuito de pruebas de diagnóstico prenatal para la detección temprana de anomalías genéticas con la intención explícita de erradicar el síndrome de Down, declarando así que los portadores son productos defectuosos (y ¡ay de aquellos que los traen al mundo!). Los datos recién publicados por el Registro Citogenético Central de Copenhague muestran un mínimo histórico en el cuadro de “nacidos con síndrome de Down”: 18 en todo 2019 de 61.167 nacimientos, lo que equivale al 0,029% del total, un recién nacido de 3,400.
Para comprender mejor, en Italia, donde el diagnóstico prenatal ya ha reducido significativamente la cifra general, cada año nacen 500 niños con Down, uno por cada 960 recién nacidos. Las estadísticas danesas arrojaban cifras ridículas incluso en los informes de los últimos años: 22 en 2018, 24 en 2016, pero ya un año después de las medidas extraordinarias del gobierno los nacimientos de niños con 23 cromosomas habían bajado en un 61%, señal de que además de los exámenes gratuitos habían afectado el impulso cultural de las autoridades para combatir lo que parecían considerar un flagelo social a combatir, con miras al gasto sanitario, escolar y social, que se ensancha diligentemente para los ciudadanos más frágiles. Pero una sociedad que considera que Downs es una carga y un costo termina marginando a sus familias y culpando a las parejas que aún deciden dar a luz a su hijo “defectuoso”. Tanto es así que de los 18 casos, solo 7 son de niños cuyos padres conocían la anomalía antes del nacimiento y, a pesar de todo, acogieron a su hijo.
Con este nuevo récord, el objetivo de la “limpieza genética” está dramáticamente cerca. Una tendencia que se explica por el 95% de las madres danesas que, según la Oficina Nacional de Salud, optan por abortar ante alguna anomalía cromosómica en el embarazo. Una encuesta reciente mostró que el 60% de los daneses apoya la política de ‘No Down’, pero en estos días la noticia es que el otro 40% no está de acuerdo con ella. Y reconoce el adjetivo con el que Berlingske -el periódico danés más antiguo- aceptó la noticia de los 18 supervivientes: “Horrible”, añadiendo que se trata de “una herida profunda en la sociedad. La llamada libre elección es un profundo fracaso. Los bebés estaban allí, en el vientre de su madre, pero no tenían protección legal. Y no se le permitió crecer”.