Hace unos días se conocía que una atleta trans había pulverizado varias marcas en el campeonato Master de Atletismo Paralímpico en Italia. Valentina Petrillo, corredora nacida hombre y con una deficiencia visual, rompió la marca de los 200 metros, con un registro de 26,27 segundos, y despertó la polémica por la gran diferencia física con sus rivales.
Valentina se había identificado como mujer en 2017. Antes, contrajo matrimonio como hombre y había destacado, también como hombre, en el deporte, no solo en el atletismo, sino también en el fútbol sala. Posteriormente, intentó participar, ya "como mujer", en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, pero la federación italiana no apoyó su idea.
"Mantiene características masculinas que atentan contra los principios de lealtad y de equidad en la base de toda competición deportiva. Si quiere competir con nosotras no tenemos ningún problema, pero que no sea por títulos", escribieron cerca de 30 atletas paralímpicas en una carta en la que pedían que Valentina no compitiera contra ellas.
Las federaciones se ponen firmes
Solo unos días después, este mismo jueves, la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) ha acordado que los atletas trans no puedan competir en categoría femenina. A partir del 31 de marzo "ningún atleta que haya pasado por la pubertad masculina" participará en competiciones que puntúen para el ranking mundial.
Desde 2019, a raíz del caso de Caster Semenya, World Athletics ya exigía a las mujeres una testosterona por debajo de los cinco nanomoles por litro durante un año, una medida que era el doble de exigente que la establecida por el COI (10 nanomoles por litro), pero que se suponía insuficiente por expertos.
En los últimos meses, el organismo que rige el atletismo mundial se había planteado reducir aún más ese máximo, hasta los 2,5 nanomoles por litro, y alargar el periodo de transición hasta los dos años, pero ante la polémica desatada en algunos países, sobre todo en Reino Unido, ha decidido cerrar la puerta del todo.
El contundente discurso de la nadadora Riley Gaines (subtitulado en español) sobre el deporte femenino y la injerencia de competidores trans.
Por ahora, habían sido la Federación Internacional de Natación (FINA) y la Federación Internacional de Rugby (World Rugby) las que vetaban el acceso a deportistas trans en las competiciones femeninas. Se espera que sean muchas más en un futuro cercano.
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