La gran mayoría de marcas que la generación nacida en los años 80 recuerda por su espíritu infantil y educativo es hoy el brazo armado de la industria de género. Disney, especialmente los últimos meses, ha sido una de las multinacionales que más decididamente ha apostado por la reeducación en los valores de género a la infancia y encuentra en Barbie otro de sus más claros aliados.
Como parte de la apuesta que la marca de Mattel viene desarrollando durante los últimos años por acercarse a las "minorías", acaba de sacar al mercado la primera Barbie transgénero de la historia.
Se trata de una muñeca inspirada por Roderick Laverne Cox, quien desde hace algunos años saltó a la fama por ser uno de los primeros hombres preesentados como una mujer que obtiene un papel protagonista en un programa de televisión (Orange is the new black).
Fue durante sus estudios en la universidad de Nueva York, el Manhattan Marymount College, donde comenzó su proceso de "transición" de género y enfocó su futuro a la actuación.
Desde entonces ha ganado un premio Emmy y es un conocido defensor de las imposiciones ideológicas y legales de los activistas de género.
"Estamos orgullosos de resaltar la importancia de la inclusión y la aceptación en todas las edades y para reconocer el impacto significativo de Laverne en la cultura con una colección de homenaje a Barbie", dijo Lisa McKnight, vicepresidenta ejecutiva y directora global de Barbie y muñecas en Mattel durante el lanzamiento de la nueva muñeca.
La famosa marca de muñecas, que nació hace 60 años, tiene una fuerte capacidad de penetración cultural e ideológica en la infancia, pues es una de las muñecas y juguetes más vendidos de la historia. En 6 décadas, sus ventas superan los mil millones de muñecas.
El actor transgénero Roderick Laverne Cox, con la muñeca barbie inspirada en él mismo.
"No puedo esperar a que los fans encuentren mi muñeca en los estantes y tengan la oportunidad de agregar una muñeca Barbie con el modelo de una persona transgénero a su colección. Espero que la gente pueda ver esta Barbie y soñar en grande como lo he hecho yo en mi carrera", dijo Cox en un comunicado.
La compañía por su parte afirmó que con "ella se podrán identificar muchos niños, niñas y adolescentes", ya que Cox, agregó, “usa su voz para amplificar el mensaje de ir más allá de las expectativas sociales para vivir más auténticamente”.
La muñeca, diseñada por Carlyle Nuera, resalta los aspectos más aparentemente femeninos de Cox: lleva un atuendo de corpiño rojo sobre un "body" plateado y complementado con una falda de gasa roja y el pelo arreglado en una melena dorada y ondulada.
En una entrevista difundida por Mattel, el actor contó que en su infancia no le dejaron tener una Barbie, por lo que considera "increíble" haber servido de modelo para una de estas muñecas.
"Espero que los niños de todas las identidades de género puedan mirar a esta Barbie y soñar", subrayó el actor.
"Hay un niño que todavía vive dentro de mí, que está muy vivo y bien, que todavía sueña y que sueña en grande, que imagina un mundo diferente y mejor", añadió.