El pasado 25 de agosto, el historiador y politólogo argentino Marcelo Gullo escribió una carta dirigida al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, después de que éste le acusase de ser un “pensador colonialista” durante el 500 aniversario de la conquista de Tenochtitlán por Hernán Cortés.
Entre otras afirmaciones, Obrador mencionó que “la conquista y la colonización son signos de atraso” y se refirió al canibalismo prehispánico como “una mentira y vulgaridad nunca comprobada”.
Al no recibir respuesta a la extensa argumentación sobre los sacrificios humanos realizados por el “imperialismo azteca”, el autor del ensayo Madre Patria. Desmontando la Leyenda Negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán se ha dirigido nuevamente al presidente de México.
El imperialismo más atroz de la historia
En esta ocasión, profundiza en las masacres de quien considera “el imperialismo más atroz de la historia de la humanidad” y lanza una pregunta a Obrador: “Si un estado A hubiera matado sistemáticamente todos los años 562.285 personas desde hace 45 años, lo que da la cifra de 23.302.825 personas asesinadas en ese lapso de tiempo, y un estado B interviniera para poner fin a esa masacre, ¿usted estaría a favor del estado A o del estado B?”.
“Los números no mienten, y solo la verdad nos hace libres”, afirmó Gullo tras aclarar que “las 562.285 personas asesinadas no son ciudadanos del estado A –el imperio azteca–, sino de otros estados que el estado A ha sometido por la fuerza”.
Por ello, continua, “si usted ha tomado partido por el estado B, está entonces a favor de Hernán Cortés, quien el 13 de agosto de 1521 puso fin al imperialismo antropófago de los aztecas. Si usted toma partido por A, está a favor del emperador Moctezuma”.
Tras una batería de argumentos citando a Ángel Rosenblat –autor del estudio científico más serio elaborado hasta ahora sobre la población existente en América antes de 1492– o a Williams Prescott –uno de los historiadores más críticos de la conquista española–, Gullo recoge que las víctimas sacrificadas cada año por los aztecas oscilarían entre 20.000 y 150.000.
“Se impone como conclusión lógica que el estado azteca era un estado genocida” prosigue el politólogo.
“Una verdad sencilla e irrebatible” prosigue, pero que “nadie se atreve a decir por temor a las represarías de los guardianes de lo políticamente correcto: el Estado azteca llevó a cabo como política de Estado la conquista de otros naciones indígenas para tener seres humanos que sacrificar a sus dioses y usar la carne humana así conseguida como alimento principal de los nobles y sacerdotes”.
Una de las réplicas de Marcelo Gullo a López Obrador, entrevistado por Unidad Hispanista.
Hernán Cortés no conquistó México: lo liberó
“Por otra parte”, continúa Gullo, “es indiscutible que el mismo pueblo azteca (no la nobleza y la casta sacerdotal) sintió un gran alivio cuando se produjo la caída de Tenochtitlán. El Estado estaba compuesto de una casta oprimida (conformada por los esclavos, los labriegos y los artesanos) y una casta opresora integrada por la nobleza y los sacerdotes”.
Las mujeres, añade, “eran poco menos que mercancía y que los reyezuelos y los caciques disponían de ellas a su antojo y para hacerse presentes” afirma citando al abogado, político y filósofo mexicano José Vasconcelos.
“Estas son las verdades que me llevan a reafirmar que Hernán Cortés no conquistó México. Hernán Cortés liberó México del imperialismo azteca. Pero si usted cree que no se ha equivocado al reivindicar el Estado genocida más espantoso de la historia de la humanidad tenga entonces a bien aceptar el reto que le he lanzado”, concluye, en referencia a la propuesta que hizo al presidente de México para debatir personalmente ambas posturas, y de la que aún no ha recibido respuesta.
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