Desde el Vaticano llevan semanas hablando de un acercamiento al régimen chino y de un inminente acuerdo, lo que ha generado en este tiempo una lluvia de reacciones. Por un lado, el secretario de Estado defendía las negociaciones de Roma con la dictadura comunista y por otro el cardenal Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, habla de traición a los católicos chinos.
Lo cierto es que en estas negociaciones a cambio de ciertas garantías y concesiones, Roma reconocería a 7 obispos ilegítimos, incluyendo 3 excomulgados: ellos han pedido reconciliarse con la Santa Sede.
Sin embargo, Pekín pide que a cambio los obispos clandestinos de Mindong y Shantou (dos diócesis donde la iglesia clandestina es más grande y potente que la oficialista) se retiren y dejen a dos de los "ex-ilegítimos reconciliados" al frente de sus diócesis.
Uno de los obispos que Pekín pide que renuncien
Pero lo ocurrido estos días puede echar por tierra estas negociaciones al quedar reflejada de manera muy clara la verdadera cara de la dictadura china. Precisamente, monseñor Vicente Guo Xijin, obispo de Mindong, uno de los obispos clandestinos a los que han pedido renunciar para colocar en su lugar a uno de los ilegítimos y así avanzar en las negociaciones ha sido secuestrado por el régimen.
Según informa AsiaNews, este obispo fue uno de los que haces unos meses recibió la visita de una delegación vaticana encabezada por Claudio María Celli, que le habría propuesto a renunciar dejando su lugar a Vicente Zhan Silu, obispo excomulgado, pasando a ser el prelado fiel a Roma como auxiliar.
El año pasado fue secuestrado igualmente por estas fechas
Este lunes, a las 15.00 hora local, monseñor Guo fue convocado por la Oficina de Asuntos Religiosos del gobierno chino donde estuvo dos horas. De momento, se desconoce el contenido de la discusión. Pero cuando llegó a las 19.00 a la sede episcopal preparó su equipaje y a las 22.00 funcionarios del gobierno se lo llevaron.
Algo similar ocurrió el año pasado justo antes de la Pascua, cuando la Policía se lo llevó 20 días para luego reaparecer 20 días después. Los feligreses consideran que el régimen comunista quiere impedir que celebre estas fiestas centrales para el cristianismo en su diócesis.
Igualmente, AsiaNews recoge la opinión de varios fieles, que afirman que habría sido secuestrado tras haberse negado a concelebrar con el obispo cismático Zhan Silu durante estas fiestas pascuales.