El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado este martes 4 de diciembre que, al contrario que en los dos años anteriores, instalará dos belenes en la Puerta de Alcalá, y serán muy clásicos y confesionales.
Se tratará de dos reproducciones de obras pertenecientes al Museo del Prado: La Adoración de los Pastores, de Bartolomé Esteban Murillo (cuyo año se celebra actualmente) y La Adoración de los Reyes Magos, de Fray Juan Bautista Maíno.
La programación navideña, presentada este martes por la alcaldesa, Manuela Carmena, busca homenajear los 200 años del Museo del Prado y la tradición barroca navideña.
La adoración de los pastores, de Murillo, un belén más que clásico para la Puerta de Alcalá
Además, el Ayuntamiento recuerda que "por tercer año consecutivo" publica una 'Guía de belenes', para que la ciudadanía pueda diseñar recorridos por los numerosos nacimientos que se exponen en la ciudad. Entre las diferentes propuestas municipales destaca el 'Belén Municipal de Mayo', obra del artesano José Luis Mayo Lebrija, que estará un año más en CentroCentro. Es de entrada gratuita y da vida a la escenografía diseñada por la Asociación de Belenistas de Madrid.
Año electoral: evitar la "guerra de belenes" de años anteriores
Estamos en año electoral y el Ayuntamiento busca evitar el conflicto que se ha vivido en los dos años anteriores, cuando retiró el tradicional belén de gran tamaño que el antiguo Ayuntamiento del PP colocaba. Como respuesta, cientos de madrileños durante los dos años anteriores acudieron a colocar sus propios belenes espontáneos en la Puerta de Alcalá.
La retirada de un belén que representaba a la Sagrada Familia y su sustitución por meras luces abstractas fue interpretada por muchos como un ataque contra la Navidad cristiana, que va siendo sustituida por "fiestas de invierno" y "festejos del nuevo año", sin referencias a Jesús. Como respuesta, cientos de personas en Navidades acudieron en 2016 y también en 2017 a dejar sus propios belenes en la Puerta de Alcalá.
La Asociación de Belenistas, por iniciativa propia, los recogía pasadas las fiestas y los repartía entre entidades solidarias que los entreguen a familias con pocos recursos. Cada año recogían unos 500 belenes.
En años anteriores los ciudadanos dejaban sus belenes en la Puerta de Alcalá, llegando a acumularse unos 500 al acabar las fiestas
La nueva "tradición" nació de forma espontánea, aunque el PP de Madrid la apoyó al segundo año, y también ahora, al cumplirse el tercero. El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, llamaba este domingo, al empezar el Adviento, a todos los madrileños a que colocasen sus belenes en la Puerta de Alcalá.
"Antes de la llegada de Manuela Carmena, el Ayuntamiento ponía aquí un belén, una de las tradiciones más bonitas y más festivas de la Navidad, una tradición religiosa pero también cultural con la cual la inmensa mayoría de los madrileños nos sentimos plenamente identificados", proclamaba el político popular.
Almeida reprochaba a la alcaldesa estar "tan atenta siempre a celebrar el Año Nuevo chino o el Ramadán, lo cual nos parece perfectamente respetable" pero haber suprimido esta "tradición cristiana", por lo que ha reiterado que invita a todos los madrileños, "como desde hace tres años", a colocar sus Belenes en la Puerta de Alcalá.
Sin embargo, ahora que la alcaldesa anuncia belenes clásicos y de gran tamaño en la Puerta de Alcalá, ¿qué pasará como los "belenes espontáneos" de los madrileños en ese punto?
En el vídeo, de diciembre de 2016, el sacerdote Julián Lozano, de la diócesis de Getafe, se acercaba así a la Puerta de Alcalá para colocar él también su belén