El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, ha publicado una carta para valorar los actos blasfemos que se produjeron contra el Apóstol Santiago y la Virgen del Pilar durante el pregón del carnaval en Santiago, un ataque más contra el sentimiento de los católicos.
En su escrito titulado “Perdónalos porque no saben lo que hacen”, Cañizares citó la Constitución Española para afear tanto la conducta del pregonero como del propio alcalde de Santiago de Compostela, concretamente los artículos 10 y 16 que habla del respeto de la ley y los derechos de los más así como la libertad religiosa y de conciencia. En su opinión, ambos artículos han sido “claramente conculcados”.
“Eso nos conduce por sendas de ruina y esto también es corrupción: la peor de las corrupciones, porque es corrupción de las conciencias, que corrompe a la sociedad, el tejido social bien tramado y trabado para y sobre el bien común, inseparable del cumplimiento fiel de los derechos fundamentales a los que aluden tales artículos constitucionales”, agrega el purpurado valencianos.
"¿Qué nos está pasando?"
De este modo, Antonio Cañizares expresó que “el exaltar la libertad hasta considerarla un absoluto” es precisamente “uno de los problemas más graves con que nos enfrentamos y que nos conduce al vacío de la nada”.
“Hoy ha sido Santiago de Compostela, en otro momento ha sido Canarias, o Navarra, o Valencia; hechos semejantes está ocurriendo a menudo con total impunidad. ¿Qué nos está pasando?". Esto también es corrupción y de la más dura. ¿Por qué no la atajan quienes tienen obligación de hacerla?”, aseguró el cardenal.
También quiso dirigirse directamente al alcalde de Santiago, Martiño Noriega: “No ha estado a la altura que exige ser alcalde de esa ciudad, conocida y reconocida en todo el mundo por ser la ciudad del Apóstol, y en torno a las peregrinaciones a su sepulcro se fraguó Europa”.
Munilla habla de los "trolls"
También el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, se ha referido a esta polémica asegurando que “la regla fundamental para la convivencia social se puede sintetizar en la llamada ‘regla de oro’: ‘trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti’. Máxima que es compartida por distintas religiones, así como por filósofos agnósticos”.
El prelado vasco aseguró que tenemos por delante un largo trecho por recorrer hasta alcanzar un clima de convivencia en un marco de respeto mutuo. Un ejemplo significativo a superar son los insultos que se vierten en algunas redes sociales, al amparo del anonimato. La actitud agresiva y desequilibrada de los “trolls”, deja patente un serio problema interior. El que no está en paz consigo mismo, vive en guerra con los que le rodean”.